c a s s e t t e # 1 2

80 15 3
                                    

[ R e w i n d i n g. . . ]

— Debo matarlo, debo matarlo, debo matarlo, debo matarlo ¡¡Debo matarlo!!

[ F I L E - E R R O R ]

Una mirada preocupada observaba fijamente a Isaac, dudo si en colocarse su abrigo con ansiedad recorriendo su sangre. Aquellos ojos aquamarina lo miraron preocupado, tomo su chamarra y se la colocó con cuidado sonriendo.

— no tienes por qué ponerte así, iremos rápido. - aclaro las dudas internas de su acompañante.
— no es eso. - fue interrumpido por un joven  castaño claro.


— ¿Entonces que es? Sorrento - cargo su arma guardando la en su bolsillo, Baian se acercó serio. Simplemente guardo silencio. Hubo un silencio pero el joven nunca respondió la pregunta del mayor.

" Tengo un mal presentimiento"

No tenían ni una hora de haber salido de su refugio, Isaac había encontrado una bodega llena de comida y recursos, habían discutido si en ir a tomar un poco; al final ganando tres contra uno.
El camino fue complicado, pero como sus abrigos confirmaban; ellos eran las verdaderas bestias marinas de aquella zona inundada, destruían los núcleos de los infectados deslizándose en el lodo con perfecto equilibrio.

Era su territorio después de todo.

Baian fue el primero en entrar a la bodega, el era un militar antes de "la caída" así que el se encargaba de limpiar la zona.
Al confirmar los otros dos entraron por fin tomando un poco de la comida que había ahí.

Pero náuseas recorrieron el esófago de Sorento, se detuvo guardando silencio solicitando a sus acompañantes hacerlo por igual.

— ¿Que pasa? - cuestionó en un susurro Isaac acercándose a él de cabellos lila, este volvio a pedir silencio.

— vámonos, escucho pasos - dijo rápidamente, los otros dos no dudaron en salir; pero al abrir la puerta un disparo impacto en el hombro de Baian. De un momento a otro estaban rodeados; el castaño saco su arma haciendo presión en su herida.

— ¡Vallanse! ¡Ahora! - Isaac tomo la mano de Sorrento, y sin pensarlo tomaron la mochila de su compañero corriendo hacia un pasillo en busca de una salida.

El finlandés pateó una puerta con esperanza de salir, pero era un laberinto. Siguieron corriendo hasta que un golpe con una vara de metal en la cabeza dejo a ambos inconscientes.

. . . 

Sorrento despertó sintiendo un peso encima de el, adolorido intento levantarse pero inmediatamente fue golpeado contra el suelo, noto que su máscara no estaba y al mirar al alrededor sus compañeros estaban atados en el suelo como el.

— despertaste, bueno; ya que estamos todos comenzamos - sonrió un hombre de apariencia siniestra. Parecía un muerto por la palidez de su piel. — ¿Nunca les enseñaron a no tomar cosas que no son de ustedes. - chisteo con una cara sería.

Baian se quejaba de dolor por la herida de bala en su hombro, con solo una mirada otro hombre albino lo golpeó en esta haciéndolo gritar de dolor, inmediatamente sus acompañantes gritaron rogando que se detuvieran.

— Más fuerte Minos, quiero oírlo gritar - otro sujeto rubio se reía mientras tenía un pie encima de Isaac.

La desesperación llevo a Sorrento a intentar retorserse para escapar, pero su captor lo tomo del cabello y estrelló su rostro rompiendo su delicada nariz; lo dejo reincorporarse para obligarlo a ver hacia Isaac.

— esto les enseñará a no meterse en "MI" territorio - el supuesto líder camino acercándose al finlandés, el captor puso más presión para que esté no se moviera. — que gracioso, pero esta zona nos pertenece - Isaac escupió molesto.

El filo de una navaja reflejo en los ojos de los rehenes, el hombre de cabellos negros sonrió de manera sádica; la acercó lentamente al ojo izquierdo del peliverde, inmediatamente Baian y Sorrento comenzaron a forsejear.

— ¡No! ¡Te lo ruego no le hagas daño! -  grito eufórico el de ojos magenta, pero fue opacado por los gritos de dolor de su compañero.

Ver aquella cantidad de sangre salir de su rostro, la navaja salió junto al ojo de Isaac cortado el nervio que lo mantenía en su cuenca.
Los gritos llenaron los oídos del agresor como música.

Isaac respiraba débilmente, la hemorragia lo terminaría matandolo.

— sueltenlos, ya tengo mi premio. - ordenó, en cuanto fueron liberados corrieron hacia el. Entre lagrimas Sorrento cubría la herida haciendo presión.

— No te mueras, por favor no me dejes. . . - lloriqueo, Baian inmediatamente se levantó y intento acercarse hacia sus cosas pero el estruendo de una bala alertó a Sorrento.
El sonido del cuerpo inerte de Baian caer contra el suelo, la sangre chorrear por su nariz, boca y el nuevo agujero que aquel hombre rubio hacia echo con su arma.

— vámonos, los infectados matarán al más débil.. - salieron, para dejar a Sorrento solo con un llanto doloroso.

. . . .

Amaneció y la lluvia seguía en aumento, Seiya pensaba que la visita de la noche fue un simple sueño; se levantó moviendo a Ikki que se encontraba en otra cama.

— vallamos al hospital - fue lo único que dijo cuando el mayor abrió los ojos cansado.

Bajo las escaleras para ver qué los otros dos aún no habían despertado; decidió solo sentarse a esperarlos pero un olor le llamo la atención, provenía de la cocina.

Se acercó, olía a hierro, olía a sangre.

Se alertó y con cuidado se asomo en la bodega quedándose horrorizado.

Un cuerpo humano estaba colgado como si fuera carnicería, le hacían falta partes del cuerpo e carne.
Era un albino, delgado y ojos miel.

Seiya corrió a vomitar al baño.

. . . .

¡Ahora sí se viene lo chido!
Ojalá lo disfruten!

¿Quien creen que es el objetivo final de nuestro Sirenito?
Lo averiguaremos, haya el próximo capítulo los quiero y gracias por leer!! ❤️🌈

One last time || Ikki x SeiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora