『Capítulo VI: Cuartel』

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Dekka exhala con fuerza antes de caminar a la salida, pensativa por las palabras de la princesa Nikka sobre sus sentimientos por Ekai. Al salir de la estación Liberté se encuentra con los chicos frente al comandante que hace de mensajero.

—Cumplieron la asignación con éxito, los felicito —dice el comandante antes de aplaudir cuatro veces con lentitud—. Tuvieron problemas, no obstante pudieron solucionarlos y eso me hace feliz —la felicidad en sus palabras resulta vacía, sin embargo es tan buena su actuación que los cuatro sub-tenientes no lo notan.

—Ekai hizo un gran trabajo —comenta Johan desviando la vista—. Sus ordenes fueron acertadas.

—Te felicito, Ekai, al parecer tienes madera para ser líder —en eso el comandante no miente, Ekai siempre resaltó en ese ámbito dentro de la academia, después de todo por esa razón se enlistó.

—No fue la gran cosa —suelta Ekai avergonzado aunque no se perciba, el halago por parte de Johan lo hace sentir apenado.

—Con la práctica lograrás ser un buen líder para tu escuadrón —afirma el comandante, desenvolviendo una paleta e introduciendola a su boca, desintegrando el envoltorio a sus espaldas para que ellos no lo vean.

—Solo no seas un presumido cuando lo logres...

—Cállate, linterna —Ekai lo interrumpe molesto.

—El día de mañana tendrán que empacar lo de esta lista —el comandante les entrega una hoja a los cuatro—. Ya que se nos dirá cuál será nuestro cuartel en donde podremos vivir y los podré entrenar —se endereza, rascándose la sien—. Mañana nos veremos en el cuartel a las 1600, ya deberían de ir con sus pertenencias.

—Espere, espere, comandante..., ¿nos? ¿Usted también? —le pregunta Johan.

—Soy su comandante, los estaba evaluando y seré honesto, estoy un poco decepcionado de sus capacidades —declara despreocupado por su mentira.

—Vaya evaluación —se queja Ekai, no le parece correcto que los haya dejado por su propia cuenta en una asignación, sin el respaldo del cuartel.

—Otra pregunta —murmura Nathan, ocultando las manos tras su espalda—, ¿es-eso quiere decir que es probable que no estemos en el cuartel de Tama? —pregunta con tristeza.

—Así es, Nathan, es probable que nos manden a otro cuartel del país —le responde el comandante bostezando—. Así que es mejor decirles a sus familias que no volverán por un tiempo —sonríe ladeado.

—Bien —responde Dekka, no le preocupa irse lejos de su familia, después de todo piensa que no les interesa en lo más mínimo.

—Nos vemos mañana, quien llegue tarde será amonestado, es todo por hoy chicos, descansen —se despide el comandante con la mano y comienza a caminar.

—Nuestro comandante es un mentiroso, ¿podemos confiar en él? —pregunta Ekai suspicaz una vez el comandante está lejos.

—No lo sé —responde Dekka suspirando, comenzar con mentiras no les parece un buen comienzo.

—Estoy emocionado de que nuevamente estaremos viviendo juntos —suelta Johan atrayendo las miradas de los demás—. Cuento con que sea más divertido que en la academia —la felicidad en su sonrisa es enorme, haciendo sentir bien a Dekka.

—Jo-Johan —susurra ella, que él sea tan sincero y abierto es agradable.

—Buenas noches, chicos, debo irme —avisa Nathan antes de salir corriendo.

La idea de estar lejos de su familia y tribu no es gratificante, pese a que lo obligan a estar en la milicia no odia a su familia, un corazón tan puro como el de Nathan es incapaz de odiar a terceros.

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