Capítulo 1- Doce

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Aitana se arregla el pelo frente al espejo, hoy hace cuarenta años y como desde hace 12 años no quiere celebrarlo, dice que no le gustan los cumpleaños. No desde que el se fue, un día antes de que cumpliera los 28.

-Felicidades mamá, te quiero mucho-le dice Lucia dandole un beso en la mejilla-

-Gracias cariño

-Te cojo los polvos estos que me gustan, que llevo la cara fatal

-Vale, ni se te ocurra romperlos


-Amor, voy a llevar a Lucia a clase, que tengas un buen día, esta noche viene Ester con Alex y los niños, se que no quieres celebrarlo pero bueno

-Me parece bien

El chico sale de casa y Aitana se lleva las manos a la cabeza.

Pasa a coger una chaqueta que le había dejado a su hija y ve un cajón abierto, nunca le cotillea las cosas a Lucia, no le gusta invadir su espacio.

Pero ve una caja y la abre. Se encuentra con una foto de el, del que fue el amor de su vida, de Luis.

Y tras esa muchas más de Lucia de bebé, todas las que tiene con él, muchas en escasos tres añitos. Pero encuentra una de ella de embarazada, abrazados, tan felices que la propia foto lo contagia, y sin poder contenerse la rompe. Guarda todo y la tira a la basura.

Se limpia las lágrimas y sale camino al trabajo. Ahora es la diseñadora oficial de las galerías, aunque de vez en cuando colaboran con Lorien, que creó hace años su propia marca de ropa.

Llega a su despacho y al momento entra Roi.

-Aitana me gustaría saber si tienes ya los bocetos acabados, tenemos que empezar con la campaña de otoño-invierno

-Roi ni siquiera ha salido la de verano, vamos bien de tiempo, hazme caso

Roi es el nuevo director, el único en quien Cepeda confiaría.

-Aiti

-Que

-Felicidades-le dice con una sonrisa de medio lado-

-Gracias

Siempre se acordarán, ambos, de ese día, cuando Aitana llegó a las galerías, esperando encontrarse a Luis, y no estaba, todo el día llamándolo y tampoco. Esa noche su tia Ana se llevó a Lucia a Barcelona, y Ester y Roi estuvieron toda la noche intentando calmarla.

Roi cierra y Aitana comienza a sentir esa sensación de agobio que le lleva a la azotea, a respirar. A fumar.

Daniel se piensa que no fuma, que lo dejó al nacer Lucia y nunca volvió a coger ese mal hábito, pero lo cierto es que hace 12 años volvió a fumar, aunque nadie lo sabe.

-Aitana-le dice Ester al verla apoyada en la barandilla, con un cigarro entre los dedos y la mirada perdida-

-No me des la tabarra

-Venía a felicitarte

-Perdona, sabes que este día no me gusta

-Lo se, pero no pierdo la esperanza, felicidades cariño-le dice abrazándola como puede-

-Gracias Ester

-Estas preciosa, desde que te haces esas uñas de gel, el pelo mas rubio, esas pestañas, bueno y los looks de empresaria empoderada, eres increíble

-Pues no me siento igual por dentro

-Aitana

-¿Por que? Aun me pregunto cada día por que, por que desapareció, dejándome sola con una niña de tres años, si, me dejó una pasta de dinero y una casa pagada prácticamente, pero no lo entiendo, estábamos bien, Lucia era su vida

El día en el que la lluvia dejó de arderOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz