El día en el que la lluvia dejó de arder

Capítulo 4- Reencuentros

-Mamá

Se da la vuelta y la ve apoyada en las escaleras.

-Dime cariño

-Lo siento, por enfadarme contigo 

-No pasa nada

-Vi a Dani, lo vi levantarte la mano

-No me hizo nada, no me lo haría nunca

-Quiero que sepas que delante de todo el mundo vas tu, siempre

-Lo mismo digo mi niña

-Quiero conocerlo, a Luis

Aitana sonríe dandole la mano y su hija hace lo mismo.

-Te aviso que es un payaso, y un idiota

-Tendre que comprobarlo

-¿De que hablaís?-pregunta Dani entrando al salón-

-De nada, se adelanta a decir Lucia, hoy voy al insti con los padres de Noa

-Vale, ten buen dia

-Igualmente

-¿De nada?-le dice cuando la chica se ha ido-

-Un chico que le gusta, se hace mayor

-Si, me voy

-¿Hasta cuando vas a estar enfadado?

-Hasta que dejes de ser una inútil 

-Dani nunca habías sido así, ¿que te pasa?

-Nada, adiós

Aitana coge el bolso también para irse y al llegar va directa al despacho de Luis, que por suerte esta solo, fumando en su ventana.

-Jefe

-Dime

Cuando se gira y la ve a ella sonríe y le hace pasar.

Le pasa el cigarro que estaba fumando y se sienta a su lado.

-Te quiere conocer, ni dos días ha tardado

-¿Y si le caigo mal?

-Seria lo normal

-Oye

-Es broma, le caerás genial, mira-le dice pasándole el movil para que vea una foto suya-

Siempre ha cotilleado sus redes, pero todos la tienen privada.

-Es igual que tu, preciosa

-Creo que de ti solo ha sacado el color de pelo y el blanco de piel, bueno, y la cabezonería y orgullo que tienes, o tenías

-Ha cambiado tanto

-Es lo que tienen los niños, ya es toda una mujercita, ya la iras conociendo, y te iremos contando cosas de ella, de su vida

-Porfavor, ¿venis a cenar a mi piso?

-Vale, donde vives pues

-En tu viejo piso

Aitana se queda quieta con el cigarro entre los labios y al final sonríe.

Pensaba que nunca volvería allí, donde fue tan feliz con Ester.

-Gracias

-Nada

Le devuelve el cigarro y se levanta para irse.