Capítulo 26- Post

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Se despierta con la luz que se cuela por la persiana y nota la mano de Luis sobre la suya. Lo ve dormido, en una posición que seguramente le dará muchos dolores de espalda.

-Luis
-Dime-dice aún desorientado-
-Tengo que hacer pis

La ayuda a levantarse muy despacio y se queja de que le duele, aún está bastante pálida y no se ha visto ni la barriga.
La ayuda a sentarse y se da la vuelta ante la mirada de ella.

-No te dará vergüenza que te vea hacer pis
-No, bueno no se
-¿Has dormido bien?
-Si, y tú
-También, que ganas de verte con Mateito
-A ver si me dejan bajar esta tarde

-¿Aitana?-oyen desde la habitación-

Salen en seguida y la enfermera niega al verla de pie.

-Estás muy débil, para algo está la cuña
-Me da asco, mejor me levanto
-Bueno, ¿te has mareado?
-Un poco
-Túmbate anda, ahora te traeremos el desayuno, ¿le darás pecho verdad? Siendo prematuro ayuda, aunque sea mixta porque lo combinaremos con biberón
-Si, ¿me tendré que poner los sacalevhes esos no?
-Asi es, pero ahora son muy cómodos, se meten dentro del sujetador y ni cables ni nada
-Vale, ¿cuando podré bajar?
-Me pensaré si esta tarde, en silla de ruedas y si te portas bien, aún estás muy débil
-No me muevo
-A partir de mañana empezaremos con los paseos por el pasillo acompañada, te podrás duchar y eso, bueno y os enseñaremos a curar los puntos tras la ducha, supongo que le ayudará su pareja y si no llamas a una auxiliar
-Yo le ayudo no se preocupe
-Bien, luego paso

Sale y Aitana lo mira fijamente.
-Aitana hay confianza
-Ya pero es raro, ¿cuando hemos hecho tu y yo algo desnudos sin que sea en un contexto sexual?
-Tranquila que no voy a pensar en eso
-Vale, pero no mirarás
-La lógica es ayudarte, si no miro como te ayudo
-Calla, encima no me ha dado tiempo ni a mirarme al espejo antes
-No te vuelves a levantar eh
-Que no pesado


Horas después, Luis ha bajado a estar con Mateo mientras Belén y Ester están con Aitana, también ha pasado por su piso a ducharse y Aitana se ha pasado la tarde como una vaca, con un sacaleches en cada pecho.



Poco rato después de irse las chicas entran a la sala de incubadoras, y cuando Aitana lo ve llora, pero esta vez completamente de emoción. Le quitan las gafitas de la incubadora y le dejan cogerlo.

-Dios Luis es igual que tu

-Menos las orejas y la nariz, ha tenido suerte

-Tonto

-Que tranquilito se ha quedado con su mami

-Mandale una foto a Luchi

-Sonríe

Pero en seguida el llanto de su niño irrumpe la tranquilidad y llega el momento de darle el pecho.

Le da un poco de vergüenza, ya se puede ir acostumbrando.

Para su sorpresa tarda muy poco en engancharse  y le cae una lágrima, no sabe si de la subida de la leche que estará al caer después de tantas horas de sacaleches, o del daño que le hace.

-Lo que haceis las madres es increíble

Ella lo mira y sonríe. Estallaría de felicidad ahora mismo. Y tras conocer a las enfermeras que los cuidan y el ambiente vuelve más tranquila a su habitación. Esperan que este como muchísimo un mes, si engorda rápido antes, y ella en una semana se irá a su casa, sin su bebé, sola.

La noche pasa tranquila y no demora el momento de la ducha. Eso que ella considera tan intimo y que tanta vergüenza le da recién parida.
Van al baño y ella se apoya en el lavabo mientras Luis pone el agua caliente.

-Me quito la camiseta vale, que me vas a mojar
-Como quieras

Se pone detrás de ella en el espejo y le acaricia los hombros.

-Solo quiero ayudarte
-Es raro
-Ya

Le desabrocha la bata y ella se mira. Tiene una tripa de cinco meses desinflada y una raja muy muy abajo. Y le sorprende no verse espantosa.

Cada vez se siente más cómoda con el, y es que confianza no les falta, pase lo que pase entre ellos.

Y acaba hasta peinándola el para que no haga esfuerzos, aunque unas cuantas quejas al secarle el flequillo se lleva.

Y antes de volver a bajar desayunan algo más mientras ven una y otra vez las fotos de su pequeño y las comparan con las de Lucia que les acaba de mandar del álbum de casa. La verdad que solo les ven parecido en la naricita igual a la de mamá y poco más, porque ha salido un calco de su padre.

El día en el que la lluvia dejó de arderWhere stories live. Discover now