CAPITULO 4.

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- ¡Papi! ¡papi! ¿podemos ir por favor? ¿vamos sí? Me quiero subir a ese juego por favor. – Exclamo un niño; su carita era demasiada linda y su voz mi debilidad ¿Cómo podía negarme?

-Está bien me subiré contigo, pero es el último juego ¿ok? Y después nos iremos a casa, papá no está esperando. –

-Sí, vamos. ¡De prisa! – Agarro mi mano para jalarme a la fila de personas y subir al juego. El niño estaba tan feliz y yo también lo estaba... esta vez, podía ver su cara; la forma de sus cejas, el color de sus ojos y los hoyuelos que se le formaban al sonreír. Por fin lo tenia a mi lado y no lo dejaría nunca.

Desperté.

Era un sueño en el que estaba tan feliz que incluso sentí lagrimas resbalar por mis mejillas. Ansiaba tanto tener a mi cachorro. Después de tranquilizarme, volví a acurrucarme en posición fetal mientras abrazaba una sabana para bebé que había comprado hace mucho tiempo y que siempre mantenía cerca de mí.

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- ¡Buenos días, compañeros! Que sol tan hermoso tenemos hoy y el clima se siente muy bien. – Hablo Mark con una sonrisa.

-Es el mismo sol que sale todos los días y hace demasiado calor para ser tan temprano. – Respondió seco Vee. -Deberías ser presentador del clima. – Agregue.

-No bueno, que ánimos los de ustedes. Ni por que es viernes y hoy cobramos nuestro sueldo. ¿Por qué estas caras largas? - Preguntó Mark.

-Por nada, es mi cara de las 7am. Contesto Vee.

-Siempre tan elocuente. Ahh, yo estoy bien solo no dormí tanto como me gustaría, eso es todo.Respondí sin querer dar mas detalles. Los tres caminamos juntos hasta que nos separamos para ir a nuestros lugares de trabajo.

El día fue bastante tranquilo, realice algunos materiales visuales sobre temas como el acoso sexual y el respeto a nuestros cuerpos para colocarlos en el edificio de Secundaria y primaria. Mientras caminaba por los pasillos, no pude evitar pasar por el salón de Mark, él estaba en su escritorio rodeado de niñas. Involuntariamente busqué con la mirada a ese pequeño y ahí estaba. Estaba muy concentrado pegando unas imágenes en su cuaderno, tenia las manos cubiertas de pegamento y se veía feliz. No pude evitar sonreír. Mi lobo estaba feliz, podía sentir que movía la cola al solo verlo, aunque sea de lejos.

Otra vez mis sentimientos me embargaban y sentía que en cualquier momento podría volver a llorar por lo que me retire de inmediato del lugar y me dirigí a mi oficina.

El resto del día me mantuve alejado de ese salón y un tanto de Mark, sabia que si lo veía le iba a preguntar por el menor.

El fin de semana llegó y yo hice lo mismo de siempre, ver series en Netflix y lavar mi ropa o acomodar mis cosas que por regular dejo tiradas durante la semana. A veces suelo salir a tomar con los chicos, pero como soy muy sensible al alcohol lo evito. Los fines de semana puede que sean los días mas aburridos para mi ya que no interactúo con casi nadie. ¿Tener una pareja? Imposible. Lo había intentado hace un año por motivación de mis amigos, pero no funcionó. Mi omega todavía sentía que podía traicionar a su alfa, así de estúpido estaba. ¿Algo más estúpido que serle fiel a alguien que no está a tu lado? No hay, no existe.

Por fin ha llegado el primer día de la semana y transcurría con tranquilidad. Algunas reuniones con la directora por el posible caso de acoso en la secundaria y algunas platicas informativas con los chicos sobre el tema. Cuando llego la hora del almuerzo me dirigí a mi oficina ya que hoy había traído algunos duraznos y uvas que iba a compartir con Vee y Mark. Pero al momento de pasar por el salón de Mark, como si de un imán se tratara, ahí estaba el menor con una pequeña lonchera mirando nerviosamente a todos lados. Imagino que todavía no tenia amigos con quien comer, por lo que decidí acercarme lentamente, hubiera deseado ir más rápido para así evitar que una pelota se dirigiera a él y finalmente le pegara en su hombro haciéndole tirar su lonchera. No sé porque, pero yo ya me encontraba corriendo hacia su dirección de forma preocupada.

- ¿Estas bien? ¿Te lastimo en alguna parte? ¿te duele algo? Pregunte de forma rápida mientras me ponía a su altura.

Yizan empezó a llorar y yo solo lo abrace mientras le daba suaves palmadas en la espalda, hasta que hablo. - Papá la hizo para mí. Mi comida se cayó. -Decía mientras hacía pucheros.

-Oh bebé, no te preocupes. Le explicaras a papá después lo que paso hoy. Si no te duele nada, te llevare a la cafetería y te comprare algo delicioso ¿okay? Dije con una sonrisa, quería pasar mas tiempo con el niño. -A papá no le gusta que coma algo que no haya probado él...- Me contestó.

Estúpido alfa ni que fuéramos a envenenar a nuestros estudiantes. O sea, la comida no es perfecta, pero se defiende. De todos modos, no lo iba a obligar.

-De acuerdo... aun así tienes que comer algo. Ahhh, ¿te gustan las frutas? Tengo duraznos y uvas. Lavadas y desinfectadas ¿Qué te parece? – Pregunté nervioso.

-Si quiero...el durazno es mi fruta favorita. – Dijo con una sonrisa tímida.

-Perfecto. Acompáñame, las tengo en mi oficina y te la daré. – Extendí mi mano para que la tomara y él lo hizo con gusto.

Una vez en la oficina busqué el recipiente donde tenia las frutas y se las mostré para que escogiera. Él agarro dos duraznos, pero podía notar que quería decirme algo.

- ¿Pasa algo? ¿te duele el hombro o no te gusta como se miran mis duraznos? – Dije en tono bromista.

- ¿Puedo quedarme aquí a comer esto? – me pregunto.

-Sí, no hay problema. Siéntate. Y toma de las uvas, también. – conteste.

Durante los 20 minutos que para mí fueron demasiados rápidos, observe a Yizan, de verdad era muy hermoso y me recordaba a alguien, aunque rápidamente lo descarte. Él comió en silencio mirando a todos lados y yo solo observaba, hasta que se fue no sin antes decir "gracias".

Mi teléfono vibro, era Vee.

"Gulf"

"Ya mero vienes?"

"¿por qué no contestas los msj?"

"Mark quiere uvas"

"¿sigues vivo?"

"Estuvimos esperando los duraznos y nunca que llegaste."

"Mark dice que te despidas de nuestra amistad."

Suspire. Había olvidado avisarles, por lo que le respondí con un msj corto.

"Ok. Mañana les llevare chocolates." Era el postre favorito de ambos.

"No faltes a tu promesa." Respondió Vee.

Ahora yo era el que estaba en problemas. No había almorzado y tenia que seguir trabajando, igual no me arrepiento, lo haría una y otra vez. Solo estar con Yizan, era suficiente para mí. 


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