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Capítulo 43| Volveré a nacer y sea donde sea que estés, te voy a encontrar

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Capítulo 43| Volveré a nacer y sea donde sea que estés, te voy a encontrar.

Catalina Russell.

Desde que Austin murió muchas personas me apuntaban a mí como única responsable de su muerte tan trágica, no se molestaban en preguntarme si yo estaba bien tras aquella tragedia que había logrado marcarme muy en el fondo de mi corazón; hubo un largo tiempo que hasta yo misma me señalaba como la culpable haciéndome millones de preguntas como:

¿Por qué no lo escuche?

¿Por qué no me quede ahí con él?

¿Por qué hui?

Ahora que sé quién es el verdadero culpable esa parte de mí podía descansar tranquila, saber que él nunca me había engañado y que su único y verdadero objetivo era protegerme me hizo darme cuenta de lo especial que fui en su vida y de lo mucho que llego amarme. Nunca pude decirle lo mucho que lo amaba, pero estaba segura que él lo sabía aunque no se lo dijera con palabras.

¿Estará descansando en paz ahora que todos sabemos la verdad?

Estoy consciente de que al enamore hago cualquier estupidez y valió la pena amar con todo aquel chico que me dejo de una manera trágica y dolorosa. Y ahora también me tocaría ver partir a mi segundo amor, no estoy preparada para dejarlo ir pero eso ya no dependía de mí.

Salgo de mis pensamientos y autorizo al guardia que abra la puerta de la habitación de visitas. Cuando entro es inevitable no sentir el aire frío de estas cuatro paredes pintadas de color gris. Me siento en la silla y dejé mi bolso sobre mi regazo, entonces la puerta del otro lado se abre dejándome ver a Aarón con su uniforme de prisión.

Al darse cuenta de que yo estaba aquí me enseñó una sonrisa torcida. Nos dejan a solas pero él no se sienta, me da la espalda en esa jaula de cristal mientras que yo espero pacientemente a que se digne a mirarme a la cara.

Lucia como un animal enjaulado, el muy infeliz seguía negándose a dirigirme la palabra y a enfrentarme. El cristal que nos separa era tan grueso que ni gritándole iba a conseguir que me escuchara. Cogí un trozo de papel y un lápiz a lo que escribí en grande "NO TE SIENTAS CULPABLE, SIENTETE RESPONSABLE".

Puse el trozo de papel contra el vidrio con todas mis fuerzas y él se giró leyendo lo escrito, sus ojos no tardaron en conectar con los míos y decidió por fin sentarte frente a mí con una expresión totalmente fría sin enseñar ningún tipo de emoción.

Cogí el teléfono y él hizo lo mismo como único puente de comunicación, uno, dos, tres hasta cinco minutos de silencio. En los cuales me exigía que hablara con la mirada, pero la verdad era yo quien esperaba que él hablara primero hasta que lo hizo.

— ¿Sabes? Eres la primera quien viene a visitarme desde que me trajeron a este lugar.— No dije nada.— ¿Qué haces aquí, Catalina?

¿Y en serio lo pregunta?

Stay With Me.Where stories live. Discover now