Ohhh Diosssss Miooooo...

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Piper : Solo dime si tu quieres...

Alex : Como me preguntas eso... es lo que más deseo - dijo y le acarició la mejilla.

Piper : Entonces... no hables... sólo guíame - dijo y la besó.

Alex : Ok... - dijo cuando soltó el beso - tu sólo has lo que sientas, lo que sea estará bien para mi.

La rubia siguió el consejo de la morena, y besó cada parte de la cara, mientras Alex abría sus piernas para acogerla entre ellas, sólo el sentir el calor del sexo de Piper hizo gemir a la morena.

Alex : Princesa suéltate...no tengas miedo...

Piper : Y si lo hago mal... me dirás - dijo mientras daba besos cerca del oído.

Alex : Mmmmm siii... aunque... me calientas sólo hablando.... eres tan sexy.... - dijo agarrando las nalgas de la rubia para ejercer presión y restregarse.

Piper se atrevió, las palabras y los sonidos que salían de la boca de su galletita, la incitaron a dejarse llevar, bajó con besos por el cuello hasta llegar a los grandes senos de la morena y pasó la lengua por encima del pezon, aún con un poco de timidez, Alex le acarició la espalda con una mano y con la otra agarraba la nuca de Piper para indicar que se quede ahí, la rubia hace caso toma los dos senos de Alex y los junta para pasar su lengua por entre ellas.

Alex : Ohhhh.... Pipes¡¡¡ tu lengua es caliente..... es tan rica y suave - dijo con los ojos cerrados

Piper : Son ricas.... - decía mientras chupaba como una loca, primero uno y luego el otro.

A la morena le dolían un poco, pero era más grande la satisfacción de ver a su amada Piper devorar sus senos, se mordía el labio, le costaba mucho ser pasiva, pero se aguantó y al parecer eso la excitaba aún más.

La rubia dejó descanzar los senos y bajó su cuerpo quedando de rodillas entre las piernas de Alex y la miró directo a los ojos.

Piper : Eres bellísima - dijo y se mordió el labio.

Alex : Y tu eres el amor de mi vida - se sentó para atrapar los labios de la rubia y aprovechó de terminar de sacar su pijama y la camiseta que la rubia tenía puesta aún.

Se sacaron la parte de abajo del pijama y las bragas, la rubia hace que Alex se recueste otra vez y se posiciona sobre ella el roce de sus senos las hace estremecer, sus piernas entrelazadas y el contacto piel a piel era lo mejor que la morena había sentido en su vida, Piper sentía que su sexo latía con fuerza, antes le había pasado en diferentes situaciones, pero la intensidad de lo que sentía en ese momento no se podía describir con nada, le daban ganas de morder y así lo hizo, ganándose gemidos de aprobación por parte de la morena, quería chupar y sació sus ganas, sentía en su muslo humedad que estaba segura que no era de ella, eso le dió la pauta para entender que lo que estaba haciendo era satisfactorio para Alex, siguió su camino bajando por el cuerpo de la morena y sus manos ya estaban aferradas a los grandes y duros senos de Alex, llegó a las caderas y un olor diferente invadió sus fosas nasales haciéndole agua la boca, sin pensarlo se dejó guiar por ese olor que la llevó justo al centro de las piernas de la morena, quien movía su cuerpo como si tuviera una especie de combulsión, Piper acercó su nariz al sexo de la otra mujer y al inhalar profundo causó una revolución en cada nervio del cuerpo, las hormonas saltaban de alegría, su boca se secó, su mirada cambió a la de un cazador, pero lo más intenso lo sintió al mirar entre sus piernas y ver un líquido viscozo asomar en su muslo.

La rubia como un animal hambriento sacó la lengua y lamió la vagina desde la entrada llegando al premio mayor para ella en ese momento el clitoris de Alex, la morena que ya estaba al borde del colapso gimió alto, tanto que ella misma se desconoció, pero no le importaba quería disfrutar cada segundo, no sabía si eso se volvería a repetir, así que dejó sus pensamientos de lado y se dejó llevar por las sensaciones de la boca, las manos y el cuerpo de la mujer que amaba.

Gracias a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora