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Capítulo 30: Libro II: Los tres Dumbledores

Capítulo 10:

Cinco minutos después, Harry estaba de pie en el último escalón de la escalera giratoria, viendo desaparecer el rostro sombrío de Penelope Clearwater mientras la escalera se elevaba hasta el nivel de la puerta del director.

Harry se dio la vuelta y llamó a la vieja puerta de roble, y en unos momentos la voz apagada del profesor resonó: "Entra Harry".

Harry abrió la puerta y entró antes de detenerse instantáneamente.

Los retratos estaban todos agachados y acobardados en sus respectivos marcos, temerosos del tornado masivo de baratijas plateadas y libros girando en la habitación, centrados en la parte superior de una maleta roja que estaba abierta sobre el escritorio con patas de garra del profesor Dumbledore. Harry vio como un pequeño libro fue recogido de su estante por los vientos del tornado y luego arrojado hasta que cayó en la maleta.

"¡Buenas noches Harry!" gritó el profesor por encima del sonido del tornado desde el diván cerca de la chimenea, donde estaba bebiendo tranquilamente una taza de té. Un hechizo de escudo brillante teñido de lavanda centrado alrededor de la chimenea lo protegió por completo a él y su área circundante de cualquier escombros voladores del tornado que podrían haberlo golpeado.

Harry se deslizó a lo largo del costado de la pared, agachándose para evitar una baratija que volaba en una trayectoria tal que lo hubiera golpeado directamente en la cara. Unos cuantos roces cercanos con más escombros más tarde, entró en el área protegida con una cantidad no despreciable de alivio.

"Buenas noches, señor", dijo, recuperando el aliento.

"De hecho, Harry. Siéntate," dijo Dumbledore, agitando una mano. Un sillón morado blando apareció detrás de Harry, quien probó su peso con cuidado antes de sentarse.

"Señor, hemos estado preocupados por un tiempo", comenzó Harry inmediatamente, yendo directo al grano, "¿Qué les pasó a Seamus y Justin? ¿Están bien? ¿Realmente se petrificaron?"

"Ah," dijo Dumbledore, su rostro envejeciendo un siglo en el lapso de un segundo, "Fueron encontrados tirados cerca de un armario de escobas en el segundo piso, petrificados, y ahora están bajo el cuidado de Madame Pomfrey. Fray Portlius, el fantasma residente de nuestra Casa Hufflepuff también fue encontrado cerca de ellos, completamente petrificado también ". Dumbledore respondió con gravedad.

"Pero Fat Friar es un fantasma ..." dijo Harry confundido, "¿Cómo podría ... no lo entiendo?"

Dumbledore suspiró, luciendo un poco perturbado él mismo, "Eso es algo que aún no se ha determinado, Harry. Afortunadamente, el Sr. Friar es un fantasma, y ​​debería estar listo en unas pocas semanas, después de lo cual podríamos conseguir algo conocimiento de lo que sucedió ".

Un momento de silencio invadió la oficina antes de que Harry preguntara: "¿Podremos verlos pronto? ¿Seamus y Justin? Ernie estaba muy preocupado por ellos".

"Eso ... puede que no sea posible", dijo Dumbledore, moviéndose un poco en su asiento, "Me temo que si bien su salud no corre peligro, ningún estudiante podrá ver al Sr. Finnigan y Finch-Fletchley hasta que estén completamente curado ".

Pensamientos de presagio acerca de una herida grave inmediatamente llenaron su mente. Haciendo retroceder esos pensamientos siniestros, Harry preguntó con cautela: "¿Pero por qué señor? Dijiste que estaban bien, y que la gente puede ver a Hannah. ¿Por qué no a Seamus y Justin?"

Dumbledore tomó un pequeño sorbo de su té, "No es tanto su condición Harry, sino lo que estaban haciendo cuando estaban petrificados".

Harry frunció el ceño. Quizás estaban investigando esa teoría suya en la sección restringida. La teoría de que Nott en realidad era el heredero ya no parecía tan inverosímil. El hecho de que Justin maltratara a Nott en el club de duelo y luego terminara petrificado con una de las pocas personas que creían lo mismo que él, parecía cada vez más incriminatorio.