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Capítulo 36: Libro II: El bien común

Capítulo 16:

Llegaba una hora antes de su reunión con Dumbledore, pensó Harry mientras salía de la red flu en la oficina de la profesora McGonagall al día siguiente.

La oficina estaba vacía, se dio cuenta mientras miraba a su alrededor. El Profesor de Transformaciones probablemente estaba ocupado lidiando con los numerosos Aurores que sin duda pululaban por el lugar, mirando a través de cualquier cosa a la vista. Caminando hacia la puerta de roble que conducía a la salida de la oficina, Harry la abrió y salió al pasillo.

En realidad, nunca se le había ocurrido que no volvería a ver estos pasillos durante un año, pensó Harry mientras caminaba hacia la oficina del director. No había esperado que le afectara tanto como lo fue.

Pero debería haberlo hecho. Después de todo, era su hogar.

Al doblar una esquina de camino a la Gran Escalera, Harry se detuvo de repente. McGonagall y un corpulento Auror estaban discutiendo en voz alta en medio del pasillo. Ninguno de los dos parecía haberlo notado todavía.

Harry retrocedió hasta un lugar justo detrás de la esquina, saliendo y poniéndose su Capa de Invisibilidad antes de inclinarse para espiar la conversación. El Auror estaba golpeando con su varita la cerradura de una puerta cercana mientras McGonagall trataba en vano de disuadirlo de hacerlo.

"Entrar al aula de alquimia de séptimo año sin el permiso o la ayuda del director es muy peligroso, Sr. Murphy". McGonagall argumentó.

"Ese es el Auror Murphy para ti," interrumpió el Auror con brusquedad.

Harry frunció el ceño.

Un rubor subió por el rostro de la profesora antes de responder: "Muy bien, entonces Auror Murphy. Hay varios brebajes alquímicos peligrosos en esa habitación, y el director es el único suficientemente entrenado en alquimia en esta escuela. Si no te supervisa ir en esa habitación, entonces tu vida podría estar en ri- "

"No me enseñes cómo hacer mi trabajo mujer", el corpulento Auror; Murphy; le espetó, "Si hubieras hecho el tuyo bien, tal vez todos esos niños no hubieran muerto".

Los ojos de Harry se agrandaron mientras casi jadeaba.

El color desapareció del rostro de McGonagall. Apretó los dientes, visiblemente tratando de contenerse, antes de alejarse furiosamente de la conversación. Harry se empujó contra el costado cuando ella pasó junto a él, tratando de pasar desapercibido mientras la veía limpiarse los ojos con las mangas antes de caminar hacia su oficina.

¡Silbido!

Alerta de misión

¿Qué tal si dejas de lamentarte por tu vida por un minuto y le das una lección a ese idiota por meterse con nuestro querido profesor? ¡Coño!

Recompensa,

1,000 Exp

Fracaso,

¿Qué estás esperando? ¿Muerte? Esto es lo que va a pasar. En el peor de los casos, detención temporal por parte del Auror, porque en serio. Estás maldito Harry Potter. Haz lo que necesites.

¿SÍ NO?

Harry sonrió antes de aceptar la misión y apartar las ventanas. Había pasado un tiempo desde que el juego había mostrado su personalidad abiertamente. Fue agradable recuperar el familiar tono sarcástico.