Cap 3 Los lazos del destino

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Jonathan estaba entusiasmado había hecho un amigo y no por nada lo había citado en la plaza de la ciudad para así presentarle a Erina.
Llegó a la plaza y, efectivamente Speedwagon se encontraba esperando, recargado en una pared cercana al lugar donde habían comido.

—Buenos Días Speedwagon, ¿esperaste mucho? —dijo Jonathan con una sonrisa en el rostro.

—No tanto como crees Jojo, pero el hambre no se hace esperar —contesto Sweedwagon justo cuando un gruñido se escuchó proveniente de él, haciéndolo sonrojar ligeramente.

—Vamos, yo invito y de paso llevemos unos pastelillos para Erina —dijo Jonathan mientras se dirigían a la cafetería.

—Hablando de eso…¿Erina es tu novia?.

—¡Oh! ¡No,no,no! Ella es un amiga cercana, me ayudó en los momentos más difíciles y aunque es muy hermosa, yo la respeto  —dijo Jonathan mientras pensaba en ella. —además ella me impulsó a buscar nuevas amistades y gracias a sus palabras te conocí —continuo Jonathan mientras volvía a sonreír.

Speedwagon de cierta manera se sentía halagado por sus palabras, esa tal Erina debía ser una buena chica para que Jonathan hable tan bien de ella.

—Speedwagon vamos, debemos llegar a la casa de Erina a las 8 en punto —dijo Jonathan.

Mientras tanto en la casa Pendeltton

Erina tenía un hermoso sueño, donde se podían ver a Jonathan y Dio en un jardín maravilloso, con un ambiente rosa alrededor dado por flores de cerezo y burbujas, tomados de la mano mientras se miraban a lo ojos.

—Jonathan he sido un tonto todo este tiempo, perdona mis imprudencias, te prometo que estaré junto a ti, aún si no me quieres a tu lado.
—Dio yo…

—¡Señorita Erina!, ya son las 8 debe levantarse—una sirvienta la llamaba mientras daba pequeños toque a la puerta de su habitación, despertando en el acto a Erina.

—Justo en la mejor parte —dijo nuestra querida rubia mientras adormilada abría los ojos con pereza.

Levantarse de su cama era un de las cosas que más le costaba, a pesar hacerlo todos los días el haberse quedado hasta tarde buscando a Speedwagon la habían dejado agotada.

Con su vestido de ayer y su cabello hecho un desastre se disponía seguir con su siesta, pero la sirvienta continuo.

—El joven Jonathan se encuentra abajo, junto a un acompañante esperándola.

Erina dio un salto de su cama, era verdad había citado a Jojo.

—¡Gracias LiLi! ¡Diles que estaré en 10 minutos! —gritaba Erina mientras se disponia a ir al baño a darse una ducha rapida y arreglarse.

—Esto sería más fácil si hubiera limpiado ayer —penso Erina ya que además de alistarse tendría que limpiar su habitación para que su padre no sospechara.

Se preguntan el porque.

Bueno Erina tenía su habitación, llena de peluches (regalos de Anne), posters de su ship y de unos cuantos animes (regalos de Reimi y Yukako, se podría decir que habían aprendido a dibujar muy bien), un set de plumas y lápices rosas (regalos de Suzie Q), unos cuantos artefactos de autodefensa por si pasará algo (regalos de Hot Pants, y LisaLisa), una lonchera de My Little Pony (regalo de Holly porque le había mandado unos cuantos pastelillos antes su viaje a su época) y sus amados cuadernos de espiral con diferentes personajes en sus tapas (regalo de Lucy).

Varias cosas que no deberían estar en alli, por que rompían toda lógica espacio-temporal, pero aún asi las guarda como tesoros.

Mientras en la sala de visitas

Llamame Cupido Where stories live. Discover now