Llamame Cupido

Especial: ¡Jonathan! ¿Dónde demonios te metiste?

—Soy Erina Pe….. ¡Ah!

—A un lado tonta —dijo una persona con una capa negra empujando a la pobre chica quien se perdió trás el telón.

—Es momento en que ¡Yo! ¡Dio! sea el protagonista —exclamó mientras se quitaba la capa y se mostraba con un elegante traje blanco.

De repente un tercer personaje hace presencia en el escenario. 

—Yo Giorno Giovanna…
Dio lo silencio con su dedo al muchacho de rizos dorados que había salido de detrás del escenario, ignorando el quejido de la chica. 

—Shh…—Dio lo silenció con un dedo delicadamente— es mi momento de brillar, tu tendrás tu propio arco, te quiero, ve —el ojirubi despachó a su hijo para al fin empezar su relato.

Soy Dio Brando tengo 22 años, recién graduado de Derecho.
Mi vida ha cambiado bastante desde que esa tonta de Erina empezó a hablar con mi Jojo, pero sin ella no habría aceptado mis sentimientos, sólo por eso la deje ser mi madrina de bodas.

Por que ¡Si!  

Hoy es la gran boda de ¡Yo! ¡Dio! y mi amado Jonathan.

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Mansión Joestar 10:00 am 

Cierto rubio con ojos rubi dormía plácidamente en su amplia cama, hasta que una hermosa rubia sacudió las sábanas con la suficiente fuerza para que lo lanzara al suelo.

—¡Dioo! Hoy es el día tienes que alistar las cosas —gritó nuestra querida Erina vestida y arreglada para el gran día con un hermosos vestido celeste y un collar de lo más llamativo.

—¡Tonta! ¿Quién te crees que eres para levantarme a mi, el gran Dio? —dijo el rubio levantándose del suelo con rabia y frotándose la cabeza. 

—Dio, ya son las 10 y la boda será a las 4, ¿crees que hay tiempo?, son varias las cosas que se deben hacer —dijo la rubia con las manos en la cintura.

—Pero sigue siendo temprano —dijo el ojirubi con un bostezo y volviendo a echarse en su cómoda cama 

—Dio, se que dije que ayudaría con la boda, pero...—Erina hizo una pausa y lanzó una risita —Deberías verificar que se comerá o como estarán los arreglos florales que el gran Dio tendrá en su boda ¿No lo crees?, ¡Es tú boda! "Aunque solo habrá cinco personas" —finalizó la rubia susurrando lo último.

Dio lanzó un gruñido, era verdad lo que decía la tonta, su boda sería perfecta y nada la arruinaría.

—Esta bien, bajaré en 30 minutos —dijo el rubio para luego dirigirse al baño.

—Ese es el Dio que conozco, te espero abajo —dijo la rubia emocionada, dejando la habitación.

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—Jojo, ¿estás seguro de lo vamos a hacer? —pregunto Speedwagon inseguro de lo que haría su amigo.

—Vamos Speedwagon, sólo serán un par de horas y volveremos a tiempo —dijo Jonathan con una sonrisa y tomando su mano.

—Pero, ¿y si no lo hacemos? Es decir, Dio nos matará —continuó el rubio con un ligero rubor, pero temiendo lo que les haría el ojirubi.

—No te preocupes, lo hago porque amo a Dio, él lo comprenderá —lanzó un pequeño suspiro — Además, ¿Qué podría salir mal? —el peliazul sacó un mapa, empezando a leer sus instrucciones.

"Creo que será un día muy largo" pensó el de cicatriz mientras bajaba su sombrero y seguía a su amigo.

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