𝐟𝐢𝐟𝐭𝐞𝐞𝐧

36.9K 2.1K 3.5K
                                    

EL HOTEL DE LUJO DE FIGURE EIGHT era asombroso a la vista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

EL HOTEL DE LUJO DE FIGURE EIGHT era asombroso a la vista. No había nada extravagante en la estructura en sí, pero el edificio era muy diferente de lo que veiamos en nuestro lado de la isla. Césped perfectamente cuidado, un campo de golf a unos metros y toda la parte trasera del edificio daba a la playa. Si antes no era obvio, ahora era descaradamente obvio que el Corte y la Figura Ocho vivían vidas muy, muy diferentes.

-Muy bien, estén atentos.-dijo JJ, mientras John B estacionaba la camioneta.-Estamos detrás de las líneas enemigas.

-Oye, hombre.-John B trató de empujar el arma hacia abajo fuera de la vista.-Solo guardala.

-¿Qué?

-JJ...

-Nunca puedes ser demasiado cuidadoso.- sonrió JJ, comprobando las balas en la recámara.

-Oh, sí, porque me siento increíblemente segura contigo empuñando un arma cargada.- dije, siguiendo a Pope fuera de la camioneta. -Sin licencia y sin conocimiento sobre cómo usarla.

-Mira...-JJ miró a todos, asintiendo con la cabeza y agitando el arma levemente.-Incluso Junie se siente segura conmigo cargando a este chico malo...

-Eso no es lo que yo...- suspiré, negando con la cabeza.-No importa, no tiene sentido.

Pope se acercó a la ventana de JJ y miró hacia el edificio.

-Oye, predigo que llevar un arma a un hotel de cuatro estrellas probablemente causará más problemas de los que resuelve.

John B se reclinó en su silla y asintió.

-Gracias Pope.

Kie se inclinó entre John B y JJ y sonrió sarcásticamente al chico que empuñaba la pistola.

-Te juro por Dios que voy a tirar esa cosa al océano, JJ. Devuélvela.

John B agarró el cañón de la pistola y la metió en la guantera.

-Ahí tienes, perfecto.

-No puedes agarrar un arma así.-hizo un puchero JJ, poniendo los ojos en blanco y sacando su identificación de trabajo del tablero. -No puedo olvidar mi placa.

Caminé hasta la puerta y tiré de la manija, la abrí y asentí con la cabeza.

-Saca tu trasero de la camioneta, estamos perdiendo el tiempo.

Se volvió y apoyó los codos en las rodillas con una sonrisa.

-¿Alguien te ha dicho alguna vez lo mandona que eres?

Me reí, dándole una sonrisa sarcástica.

-Solo tú, todos los días de mi vida.- Tiré de la parte inferior de sus pantalones cortos.-Ahora vamos. Tú eres el que nos arrastró aquí, terminemos con esto.

VAPOR | OUTER BANKS ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora