No era la primera vez que en el cuarto piso del orfanato estallaba una discusión durante el dia, había despertado a la anciana de malhumor un sonido ulular proveniente del cuarto del huérfano naruto
-¡TE LO HE REPETIDO MILES DE VECES!-le grito-¡CALLA A ESA AVE, O TENDRÁ QUE IRSE!
-solo dejala salir, esta aburrida-dijo naruto, sin levantar su mirada del libro
-¡no soy tonta! ¿Sabes?, ¿dejar salir a esa ave, para que vaya con tus raros amigos? Ya es suficiente que nadie quiera bajar por el miedo de encontrarse contigo
-¿mi culpa?-naruto cerró el libro y miró a la anciana-creo que te equivocas. La que les dijo que yo era peligroso fuiste tú, tu les dijiste que se alejaran de mi, y ellos solo están cumpliendo lo que le ordenaste. No me eches la culpa de tu estupidez
La anciana, con la cara roja de furia, se retiró de la habitación
Naruto suspiro. Cuando había llegado al orfanato, después del primer año en hogwarts, las cuidadoras quisieron botar el baúl de naruto con todos la varita, los libros, y lo que más le importaba, su escoba. Sin embargó, no pudieron, y no por culpa de naruto, no, bueno en parte fue por el, las cuidadoras le tenían tanto miedo que no se atrevieron a tocar ninguna de sus cosas en su lugar, privaron a naruto de cualquier contacto con los niños del orfanato, les dijeron que no se acercaran a el, que era peligroso y que si lo hacían, acabarían muertos
Y así se hizo, ningún niño o niña se acercaba a naruto, en la hora de comer ni siquiera bajaban. Por supuesto, después de un tiempo, las cuidadoras se cansaron, les dijeron que no se encontrarían con naruto por ningún lado, y lo encerraron en el tercer piso. Solo podía salir por la noche, agarraba comida para el siguiente día e iba a su cuarto nuevamente
Lo que no sabían, era que a la medianoche, cuando estaban todos dormidos, naruto cogía las notas de sus padres, y corría a una zona abandonada para practicar sus habilidades
Al cabo de tres días, a medianoche, naruto estaba recostado en la cama, con los ojos pegados en la ventana. Pensaba cómo escaparía del orfanato en unos días, antes del uno de septiembre. La luz de la luna brillaba por entre la ventana. Y alguien, con los ojos muy abiertos, lo miraba tras la reja: alguien con la cara llena de pecas, el pelo cobrizo y la nariz larga. Ron Weasley estaba afuera en la ventana.
-¡Ron! -exclamó naruto, encaramándose a la ventana y abriéndola para poder hablar con él a través de la reja-. ¿cómo has logrado...?
Naruto se quedó sorprendido al darse cuenta de lo que veía. Ron sacaba la cabeza por la ventanilla trasera de un viejo coche de color azul turquesa que estaba detenido ¡ni más ni menos que en el aire! Sonriendo a Harry desde los asientos delanteros, estaban Fred y George, los hermanos gemelos de Ron, que eran mayores que él. Y sentados en el asiento trasero, Harry con Hedwig, su lechuza
-¿Todo bien, naruto?
-¿Qué ha pasado? -preguntó Ron-. ¿Por qué no has contestado a mis cartas? Te he pedido unas doce veces que vinieras a mi casa a pasar unos días
-no fue mi culpa-dijo naruto, se hizo a un lado dejando ver a Kurama encerrado en su jaula
Naruto miró fijamente el auto
-lo hemos cogido prestado. Es de mi
padre, nosotros no lo hemos encantado.
-¿que hacen aquí?
-Hemos venido para llevarte a casa con
nosotros.-explicó Ron. A su lado, Fred dio marcha atrás para acercarse tanto como pudo a la ventana de Harry.
-¿como subirás mis cosas de hogwarts?
-¿Dónde están?
-pon el maletero en la ventana. Rapido-dijo naruto caminando rápido a su cama, se agachó y sacó su baúl, lo llevó a la ventana, el maletero ya estaba abierto y ya tenía un baúl, que debería ser de Harry. Dejo eso de lado, y guardo su baúl junto el de Harry como pudo. El auto se puso del lado de los asientos traseros con la puerta ya abierta.
