capitulo 31

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Naruto tenía la cabeza hecha un desastre
¿Por qué nadie les había explicado nada de aquello? Dumbledore, Hagrid, el señor Weasley, Cornelius Fudge... ¿Por qué nadie les había explicado nunca que sus padres habían muerto porque les había traicionado su mejor amigo?

Ron y Hermione observaron intranquilos a Harry y a naruto durante toda la cena, sin
atreverse a decir nada sobre lo que habían oído, porque Percy estaba sentado cerca. Cuando subieron a la sala común atestada de gente, descubrieron que Fred y George, en un arrebato de alegría motivado por las inminentes vacaciones de Navidad, habían lanzado media docena de bombas fétidas.

Naruto y Harry, que no querían que Fred y George le preguntaran si había ido o no a
Hogsmeade, se fue a hurtadillas hasta el dormitorio vacío. Naruto se recostó en la cama mirando fijo el techo, sus ojos habían vuelto a ser azules aunque el odio seguía presente en ellos. ¿Porqué Sirius Black Black traicionaría a sus mejores amigos? ¿Desde cuándo planeo la muerte de ellos?

Dejo escapar un suspiro, cerró los ojos despejando su cabeza de esos pensamientos. Se abrió la puerta del dormitorio.

-¿Harry?, ¿naruto? -preguntó la dubitativa voz de Ron. Pero ninguno contestó. Naruto oyó a Ron que salía de nuevo y abrio los ojos. Podía ver a Black riéndose de él en la oscuridad. Veía, como en una película, a Sirius Black haciendo que Peter Pettigrew volara en mil pedazos. Oía (aunque no sabía cómo sería la voz de Black) un murmullo bajo y vehemente: «Ya está, Señor, me han hecho su guardián secreto...» Y entonces aparecía otra voz que se reía con un timbre muy agudo, la misma risa que naruto oía dentro de su cabeza cada vez que los dementores se le acercaban.

-tienen un aspecto horrible.

Ni naruto ni Harry habían podido pegar el ojo hasta el amanecer. Al despertarse,
habían hallado el dormitorio desierto, se habían vestido y bajado la escalera de
caracol hasta la sala común, donde no había nadie más que Ron, que se comía un sapo de menta y se frotaba el estómago, y Hermione, que había extendido sus deberes por tres mesas.

-¿Dónde está todo el mundo? -preguntó Harry

-¡Se han ido! Hoy empiezan las vacaciones, ¿no te acuerdas? -preguntó
Ron, mirando a Harry detenidamente-. Es ya casi la hora de comer. Pensaba ir a despertarlos dentro de un minuto.

Naruto se sentó en una silla al lado del fuego. Al otro lado de las ventanas, la nieve seguía cayendo. Crookshanks estaba extendido delante del fuego, como un felpudo de pelo canela.

-Es verdad que no tienen buen aspecto, ¿saben? -dijo Hermione, mirándolos la cara con preocupación.

-Estoy bien -dijo Harry.

Naruto se quedó mirando el fuego con frialdad

-Escuchen, naruto, Harry -dijo Hermione, cambiando con Ron una mirada-. Deben de estar realmente disgustado por lo que les dijimos ayer. Pero no deben hacer ninguna tontería.

-¿Como qué? -dijo Harry

-Como ir detrás de Black -dijo Ron, tajante.

Naruto se dio cuenta de que habían ensayado aquella conversación mientras él estaba dormido. No dijo nada.

-No lo harán. ¿Verdad que no, Harry, naruto? -dijo Hermione.

-Porque no vale la pena morir por Black -dijo Ron.

Harry los miró

Naruto, todavía mirando el fuego, dijo:

-¿Saben qué veo y oigo cada vez que se me acerca un dementor? -Ron, Harry y Hermione negaron con la cabeza, con temor-. Oigo a la madre de Harry gritar e implorar a Voldemort. Y si ustedes escucharan a la madre de su mejor amigo gritando de ese modo, a punto de ser asesinada, no lo olvidarían fácilmente. Y si descubrieran que alguien que en principio era amigo de sus padres los había traicionado y les había enviado a Voldemort...

El HerederoWhere stories live. Discover now