capítulo 55

947 83 10
                                    


-¿También Dumbledore cree que Quien-tú-sabes está recuperando fuerzas?
-murmuró Ron.

Harry y Naruto ya habían hecho partícipes a Ron y Hermione de todo cuanto había
visto en el pensadero y de casi todo lo que Dumbledore les había dicho y mostrado después.

Y, naturalmente, también habían hecho partícipe a Sirius, a quien habían enviado una lechuza en cuanto salieron del despacho de Dumbledore.

Aquella noche los cuatro volvieron a quedarse hasta tarde hablando de todas
esas cosas en la sala común, hasta que a Naruto empezó a darle vueltas la cabeza y comprendió a qué se refería Dumbledore cuando le había dicho que tenía tantos pensamientos en la cabeza que resultaba un alivio sacarlos.

Ron miraba la chimenea. A Naruto le pareció que su amigo temblaba un poco, aunque la noche era cálida.

-¿Y confía en Snape? -preguntó Ron-. ¿De verdad confía en Snape, aunque sabe que fue un mortífago?

-Sí -respondió Harry.

Hermione llevaba diez minutos sin hablar. Estaba sentada con la frente apoyada en las manos y mirando al suelo. A Naruto se le ocurrió que también a ella le hubiera sido útil un pensadero.

-Rita Skeeter -murmuró al final.

-¿Cómo puedes preocuparte ahora por ella? -exclamó Ron, sin dar crédito a sus oídos.

-No me preocupo por ella -dijo Hermione sin dejar de mirar al suelo-. Sólo estoy pensando... ¿Recuerdan lo que me dijo en Las Tres Escobas? "Yo sé cosas sobre Ludo Bagman que te pondrían los pelos de punta..." Supongo que se refería a eso. Ella hizo la crónica del juicio, sabía que les había pasado información a los mortífagos. Y Winky también lo sabía, ¿se acuerdan? "¡El señor Bagman es un mago malo!" Seguro que el señor Crouch se puso furioso
cuando lo dejaron en libertad y lo comentó en su casa.

-Si, pero Bagman no pasó la información a sabiendas, ¿o sí?

Hermione se encogió de hombros.

-¿Y Fudge cree que Madame Máxime atacó a Crouch? -preguntó Ron,
volviéndose hacia Naruto.

-Sí, lo hace -repuso Naruto-, pero sólo porque Crouch desapareció junto al
carruaje de Beauxbatons.

-Nosotros nunca sospechamos de ella -comentó Ron pensativo-. Tiene sangre de gigante, y no quiere admitirlo...

-Claro que no quiere admitirlo -dijo Hermione bruscamente, levantando la mirada-. Mira lo que le pasó a Hagrid cuando Rita se enteró de lo de su madre. Mira a Fudge, llegando a rápidas conclusiones sobre ella, sólo porque es semigigante. ¿Para qué iba a querer que lo supieran?, ¿para hacerse víctima de ese tipo de prejuicios? En su lugar, sabiendo lo que me esperaba por decir la verdad, también yo diría que tengo el esqueleto grande. -De pronto Hermione miró el reloj y exclamó asustada-: ¡No hemos practicado nada! ¡Tendríamos que haber preparado el embrujo obstaculizador! ¡Mañana tendremos que ponernos a ello muy en serio! Vamos, Naruto, tienes que dormir.

Harry, Naruto y Ron subieron despacio al dormitorio. Al ponerse el pijama, Naruto
miró la cama de Neville. Fiel a la palabra que le había dado a Dumbledore, no había contado a Ron ni a Hermione nada sobre los padres de Neville, y Harry tampoco lo había hecho.

Ya apunto de meterse en la cama adoselada, vio una sombra en la ventana a su lado. Con mucha cautela se acercó a ella mientras sacaba un kunai a escondidas. Ya estando lo suficientemente cerca de la ventana, pudo distinguir quién era la sombra.

-¿Erina?...-murmuró Naruto, con una ceja levantada.

-Abre la ventana, hace mucho frío aquí fuera-le dijo, temblando.

El HerederoWhere stories live. Discover now