Un joven rubio, el cual la vida se había cebado con él, decidió dejar de ser el amable y cortés niño que era para dar un cambio radical a su imagen y devolver todo el daño que él habia sentido.
~Todos los derechos de los personajes, a excepción de a...
Todos corrieron al lugar indicado al recibir el mensaje se Bebe.
Buscaron por allí, pero nos veían, hasta que el chico de chullo se fijó en unas personas a lo lejos, en el aparcamiento.
Podía divisar a dos rubios en el suelo. Les hizo señas a sus amigos para correr hacia allí.
–¡Se lo dijimos a vuestros amigos!– gritó uno de los chicos que estaban de pie en frente de los rubios. –Esta es nuestra venganza, para que sepan con quien se meten.–
Pero los dos chicos se percataron que no estaban solos cuando escucharon a una persona toser tras ellos.
El grupo miraba a los chicos, enfadados.
–¿No tuvisteis suficiente con lo de antes?– preguntó el de chullo.
–N-nosotro solo...– uno de ellos retrocedió unos pasos, asustado.
–Que quieren más dicen.– el cafeinómano se apoyó en el hombro de su novio, como una total diva.
–Largaros antes de que os volvamos a romper los dientes.– el pelirrojo se acercó a ellos con los brazos cruzados.
Ambos chicos se miraron y solo pudieron correr despavoridos.
–¡Mis niños!– gritó la pelinegra, lanzándose al suelo para abrazar a sus dos amigos, que estaban mal heridos en el suelo.
Los tres se abrazaron con fuerza. El cafeinómano también se unió, lanzándose encima de ellos. Luego Butters y Kenny fue a empujar a Cartman encima de ellos.
–KENNY, NO.– dijo la rubia, ya apretujada por sus amigos.
Comenzaron a reírse felices. Da igual lo mal heridos que estuvieran, estaban todos juntos y eso era lo importante.
Pero, muchas miradas se pegaron en un coche que llegaba, con las luces encendidas, dando vuelta por la carretera.
Un bonito y realmente codiciado, por algunos, coche. Se paró al lado del grupo de chicos, que miraban al auto sin decir nada.
Y de ahí salieron aquellos dos chicos tan conocidos por Pip.
–¡Primo!– el pelirrojo corrió hacia el rubio para abrazarlo.– Estaba tan preocupado por ti...–
El inglés correspondió al abrazo, sintiéndose culpable por hacer sentir mal a su primo y haberle hecho ir hasta allí.
–¡Pip!¡Estabamos muy preocupados!– una pelinegra salió del asiento del conductor. Parecía enfadada, pero cambió su cara a una preocupada al ver al rubio con leves heridas en la cara.– ¿Quién te hizo eso?–
Corrió hacia el rubio para revisarlo. Los demás eran meros espectadores, que veían como los dos "adolescentes" se preocupaban por el chico.
–Estoy bien, no os preocupéis...–
Se alejaron del rubio y miraron al resto del grupo que miraba aquella emotiva escena.
–¿Ellos son tus amigos?– preguntó el pelirrojo.
–Sí. Son Tweek, Craig, Kenny, Butters, Nichole, Cartman, Kyle, Bebe y Damien.– el grupo saludó feliz.
La chica los miró emocionada y los saludó con una sonrisa, pero el pelirrojo se fijó en aquel nombre. Damien.
–Encantada. Soy Emmaline y él es Kendal.– el pelirrojo saludó con la mano y agarró al rubio para llevarlo un poco lejos mientras la pelinegro charlaba con los chicos.
–Hey, ¿quién de todos es Damien?–
–Pues él pelinegro de ojos rojos, ¿por qu-?–
–ESTOY TAN FELIZ DE CONOCER AL CRUSH DE MI PRIMITO.– comenzó a limpiarse lágrimas falsas.
El rubio lo veía sonrojado. Odiaba que su primo fuese tan directo y poco disimulado.
–Pip, muy majos tus amiguetes.– habló la pelinegra desde su sitio.
–Hey, invita a tu crush a venir con nosotros.– le susurró Kendal en el oido al rubio.
El menor negó con la cabeza avergonzado.
Y ahí fue cuando hubo una tercera persona. Un chico moreno, de pelo negro afro salió del coche de Emmaline, del asiento trasero.
–Oh, mira Pip, este es Joseph, es el primo de Token, el chico de la clase.–
Lo vio bien. Tenían cierto parecido. Era bastante alto, y parecía fuerte.
–Hola, colega.– puso su mano delante de Pip, para que este chocara los cinco con él.
El rubio entendió y choco la palma, para después hacer un choque de puños y dar por terminado el saludo.
–Emmaline y Kendal me han hablado mucho de ti.– se veía como un tipo agradable.
Cuando estabas cerca suyo hasta podías sentir un ambiente agradable. Una buena onda, como si estuvieses con un amigo de toda la vida.
–Bueno, chavales, debemos ir a casa.– se despidió la pelinegra.
Los demás se despidieron alegremente, dirigiéndose hacia la parada de autobús, pero una voz hizo parar a uno de ellos.
–Eh... Damien... ¿Te gustaría venir con nosotros?–
El nombrado quedó unos segundos en silencio, quieto. No le apetecía ir andando hacia el siguiente portal, así que optó por ir.
Se despidieron todos y subieron al Porsche de Emmaline.
Pip era quien estaba en medio, teniendo a los lados a Joseph y Damien. Delante Emmaline conducía y Kendal miraba su teléfono.
–¿Vosotros sois amigos de Token?–
–Sí, él es muy majo.– dijo el rubio. Y no mentía, nunca le había insultado aunque no eran amigos, solo compañeros de clase.
–Nos llevamos.– soltó el chico de ojos rubí, mirando por la ventana.
–Mola.– sacó un sonrisa.
–Tíos, saludad.– era el pelirrojo quien sostenía el móvil con la cámara frontal grabándolos a todos.
Vieron como varias personas se conectaban a un directo de Instagram que hacia el pelirrojo.
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Olaaa, doble capitulo.
Son las 3am, las 2 en Canarias.
Hoy me puse re triste porque hay un retard que cree que es divertido torturar gatitos así que quise liberarme escribiendo otro capítulo.
