Trabajo de ciencias

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Pasaron un par de semanas después del accidente de Pip.

Y también habían pasado muchas cosas. Pocket se mudó al pueblo, Pip pudo hacer muchas amistades con gente de su clase, su "ex-novio" se cambió de instituto y más cosas de South Park.

Y ahí estaba, charlando con su pelirrojo amigo sobre un trabajo de ciencias en grupo.

Aquel día el pelirrojo acababa de llegar al instituto, pero estaba encantado con estar con sus dos mejores amigos.

Claro, excepto cierto pelinegro que los miraba de lejos mientras un rubio intentaba hablar con él, aunque este no le escuchaba.

–Deja de espiar a Pip, mierda.–

–No estoy espiando a Pip. Estoy... ¿mirándolo con amistad desde lejos?–

–Ajá, claro.– se cruzó de brazos, apartando la mirada fijándose en que en la otra dirección llegaban dos rubios juntos, hablando aninadamente.– ¡Tweek!¡Butters!–

–Hola, bro.– saludó el cafeinómano, dándole un golpe cariñoso en el hombro al de parka.

El otro respondió al saludo con otro golpecito, mientras que el de cicatriz lo saludaba con una sonrisa.

¿Qué hace Damien?–

–Espiando a su crush.–

–¡QUE NO ES MI CRUSH!– gritó el azabache, haciendo que el rubio y el pelirrojo se dieran cuenta de su presencia.

Ambos lo saludaron a lo lejos con la mano, acercándose a ellos.

Aquí viene~.– susurró el de parka en el oído del demonio.

Damien solo se limitó a darle un codazo, saludando a los dos chicos.

–Hola, chicos.–

–¡Hola, Pip!– saludaron los tres rubios al unisono, mientras el demonio solo sonreía.

–Mirad, os quiero presentar a Pocket.–

El otro saludó amablemente a los cuatro chicos, mientras que los demás correspondían al saludo.

Entraron a clase al segundo de tocar la campana, andando a paso pesado.

Bien, hoy tenemos que hacer un trabajo en grupo como os dije el día anterior. Ahora ir a poneros en grupos o lo que sea.–

Los alumnos corrían de un lado a otro, gritándole a sus compañeros para ponerse juntos.

El rubio corrió hacia Estella y Pocket, quienes sonreían al ponerse todos juntos.

Pip se fijó en aquel cabello pelinegro, que seguía de pie al lado de su asiento, mirando hacia la nada.

Le hizo señales para ir con ellos. El azabache se fijó si iban dirigidas hacia él y cuando se percató de que sí, se acercó monótonamente con las manos en los bolsillos.

¡Me alegro de que te pongas con nosotros Damien! Pip me ha hablado mucho de ti.– habló con una sonrisa amable el pelirrojo.

Sí, bueno, no le des tantos detalles.– el inglés le dio un suave golpe en el brazo con su codo.

El azabache miró fijamente a Pip, hasta apartar la mirada avergonzado.

El grupo comenzó a trabajar en la clase, hasta que les quedaba la mitad del proyecto. El timbre sonó y todos quedaron en ir en la tarde al piso de Pip para acabar el proyecto.

~La viva imagen de la maldad~/ Pip x Damien Where stories live. Discover now