Capítulo 2

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Mi madre aún no aprendía a controlar su ira. Cada vez que ella daba una orden esperaba que la cumplieran sin ninguna objeción, pero Thomas y yo nunca fuimos fáciles de manejar. Durante mi niñez, mi madre creyó que era la oportunidad perfecta para crear una pequeña y mejorada versión de sí misma, pero mientras más tiempo pasaba con Thomas ese sueño ridículo se iba desvaneciendo.

Por muchos años mi madre intentó controlar la vida de Thomas como lo ha hecho con la mía, pero después de tantas decepciones se dio por vencida. Creyó que un hombre no podría cumplir con las finas y delicadas tareas a las cuales se ha dedicado toda su vida, por ejemplo: las fiestas de etiqueta y sociedad que organizaba para recaudar dinero y donarlo a quienes más lo necesitaban, o las fiestas de té donde hablaban de los próximos desfiles de modas y subastas a los que asistirían. Ser una mujer de sociedad implicaba dejar de ser tú misma para comprarte como los demás esperan que lo hicieras y eso jamás lo haría. No me permitiría perderme en un mundo al cual no quería pertenecer. Tengo que aceptar que Hayden fue quien me enseñó a ser yo misma, creí que me conocía bien pero no fue hasta que lo conocí a él que descubrí quien era en realidad. Tomó mi mano sin habérselo pedido y me sacó de un cuarto gris y aburrido en el que había estado viviendo toda mi vida para mostrarme que la vida real estaba llena de colores e imperfecciones. Si tan solo no me hubiera mentido ahora estaríamos juntos en nuestra cama, disfrutando de la noche.
Mi madre lleva diez minutos gritándome y mencionando las múltiples razones por las cuales el haber terminado con Hayden fue la mejor decisión que pude haber tomado en la vida. Mi hermano no sabía nada de aquella relación que tuve con él, pero mi madre se estaba haciendo cargo de ponerlo al tanto de cada uno de los detalles que había estado guardando. Creo que esta noche no fui la única quien se llevó sorpresas, solo esperaba que Thomas tomara las cosas con calma y no se pusiera como una bestia por descubrir que su hermanita había salido con su mayor enemigo.

-    ¿Es cierto? ¿Has estado saliendo con el imbécil de Hayden Steele?-pregunta Thomas con un tono molesto.

-    Escúchame Thomas- ni siquiera me permitió terminar la frase cuando arrojó una de las lámparas que se encontraba en una mesa de la sala.

Thomas estaba incontrolablemente furioso, quería destruir todo lo que estuviera a su paso, pero a mi madre le daría un ataque histérico si mi hermano terminaba desquitándose con todas las antigüedades y piezas de arte que se encontraban en esta casa.

-    ¡POR QUÉ TERESA!- me grita. - ¡¿Por qué tuviste que meterte con ese maldito desgraciado?!

-    Pues discúlpame por no haber buscado a otro maldito desgraciado que fuera de tu agrado- reproché sarcásticamente. –Además, yo no tenía ni idea de quien era, ni de las consecuencias que me traería estar con él.

Hable demasiado pronto. Para alguien que quería mantener su vida privada lo más oculta de los demás no estaba haciendo un buen trabajo.

-    ¿Qué consecuencias?- vuelve hacia mi tomándome por los hombros fuertemente. -¿Cuáles fueron las malditas consecuencias Teresa?

-    ¡Thomas suéltame!- exclamo librándome de un tirón.

No tenía ningún derecho de reprocharme o exigirme nada, todos cometemos errores y él había cometido uno tan grande que tuvo que mudarse no solo del país, sino que del continente. Nadie puede saber quién te hará daño o quien será el próximo en hacerlo, pero si tomamos decisiones correctas e incorrectas que nos llevan a donde estamos. Yo no sabía quién era Hayden, no sabía que él sería el responsable de causarme tanto sufrimiento, pero no estoy segura si de poder cambiar las cosas lo haría. Después de todo, uno aprende de las malas decisiones y de los golpes que te da la vida, eso es lo que te hace más fuerte con el tiempo.

Soy Tuyo (2)Where stories live. Discover now