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ƔЄƖƝƬƖƲƝƠ

Como habían acordado el día anterior luego de que hablaran finalmente, JungKook y Jane se preparaban para irse juntos.

JungKook recién había llegado de una misión y, por andar de perezoso y glotón, se retrasó un poco a la hora de bañarse para quitar de su cuerpo y ropas cualquier rastro de sangre y sudor por lo que aún en el baño estaba.

Jane, por su parte, le había comentado a su padre los planes que tenía para ese día y él, junto a Lesly, la apoyaron y se ofrecieron a quedarse a cargo de CABALSPOT mientras ella no estuviese para que tuviera un tiempo de relajación y paz; y sabían y esperaban que JungKook le diese mucho más que eso. Por ello, la pelirroja se dirigía a los baños de la empresa, sabiendo con anterioridad por el mismo JungKook que allí se encontraría.

No tenía más que una pequeña mochila con sus cosas, que no le resultaba pesada, y por eso decidió esperar al pelinegro en las afueras del baño.

Sin embargo, la paciencia de Jane no era mucha, más cuando tenía que estar de pie y estos comenzaban a dolerle.

Y esa fue razón suficiente para entrar al cuarto de baño, ya importándole poco si encontraba más de un trasero masculino al desnudo.

Mas sólo encontró al pelinegro con el torso desnudo y una toalla que envolvía sus caderas y escasa parte de sus muslos.

-¿Qué haces aquí, Cherry?-sonrió de lado.

-Te estaba buscando-respondió.

-¿Ah, sí?-se acercó a ella.

Cuando estuvieron lo suficientemente cerca el uno del otro, él acarició con una de sus manos, el hombro desnudo de su compañera, agradeciendo a la blusa de tirantes de la chica por tal vista de sus clavículas.

Jane griró su rostro en la dirección de las caricias, y JungKook aprovechó su cuello expuesto para abalanzar su boca sobre él.

Al dar la primera mordida, Jane no dudó en gemir y cerrar sus ojos.

Las caricias que los labios, dientes y lengua del chico le daban a su cuello no cesaron, y mientras las manos de JungKook se adueñaron de su cintura y mejillas, las suyas fueron dando caricias por todo el torso del muchacho, desde abajo hacia arriba, deteniéndose en sus hombros, en los cuales hincó sus uñas cuando sintió un fuerte y placentero apretón en su glúteo.

Jane sólo cesó sus jadeos, cuando JungKook acercó ambos rostros y le sonrió, aprovechando la mano que tenía en la mejilla contraria para pasar su dedo pulgar por esos labios tan apetitosos para él.

-Ah, Cherry...No debiste haber venido-sonrió coqueto, logrando acorralar a Jane entre su cuerpo y la pared-¿Qué hubiese pasado si hubiesen más hombres aquí?

-Vine aquí para buscarte para que acabaras de salir porque ya me dolían los pies de estar allí fuera esperando-se burló, ignorando la pregunta del pelinegro.

JungKook rió, y juntó ambas frentes para acariciar sus narices.

-Ve y espérame en la motocicleta-enunció-. Enseguida bajo.

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Jane tenía su vista fija en la pantalla de su celular, chateando con su padre, quien le hablaba de métodos anticonceptivos sólo por joderla y estaba tan sumida en su mundo, que no notó la figura que recién frente a ella se situaba.

Claro, no se percató de nada sino hasta que su hombro quedó bajo el calor de una mano, haciéndola sobresaltarse sutilmente sobre la motocicleta.

-Veo que estás muy cómoda-se burló el pelinegro, admirando con lascivia la postura de Jane sobre su moto.

Con su trasero ubicado en el asiento, la pelirroja había dejado reposar su torso hacia adelante, sobre el material de la zona donde se ubicaba el motor de dicha máquina, apoyando allí mismo sus codos, dejando empiandos sus glúteos, claro.