20 - Bradley

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Durante los siguientes días caemos en una rutina que no se me habría ocurrido como posible. Aunque quizás caer no sea la palabra correcta, porque lo hace parecer como algo malo, pero en nuestro caso se siente bien.

Nos hablamos todos los días, sin importar la hora. Ya no me sorprendo cuando me despierto por la mañana y tengo varios mensajes de Amelia enviados sólo unas horas atrás. Tampoco me sorprendo por el hecho de que mirar mi celular sea, de hecho, lo primero que hago por las mañanas y lo último que hago por las noches.

También nos vemos varias veces, aun cuando no dejemos de enviarnos mensajes. Si ella está disponible por la tarde, nos encontramos cuando salgo del restaurante. La mayoría de las veces nos vemos en su apartamento; muy pocas en algún otro lugar.

Nos hemos encontrado en alguna que otra cafetería, pero las cosas se pusieron medio raras cuando algunas personas reconocieron a Amelia... y luego también me reconocieron a mí. No es algo que me entusiasme, pero tampoco es algo que me haya molestado demasiado en los últimos días.

Probablemente porque el único lugar en el que suelo estar es en el trabajo, y allí ya todos parecieron aceptar lo que sea que hay entre Amy y yo. Sí, me siguen mirando de forma rara y veo las preguntas dibujarse en sus ojos como si las estuvieran gritando, pero más que nada me respetan.

Los únicos que no parecen acostumbrarse a eso son Chad y Anne. Chad insiste con que tengo que hacer algo para que él pueda conocer a Amelia, porque siente que se lo debo, y me ignora rotundamente cada vez que le digo que de hecho ya la conoce, de cuando nos visitó por primera vez en la cocina.

Anne, por su parte, ha vuelto a hacer varios comentarios con respecto a tomar el camino fácil y mayormente la he ignorado. Aun así, en algún momento de estos días, dibujé la línea mental entre lo que sé que puedo soportar y entre lo que no voy a permitir.

Ella la cruzó una sola vez, hablando mal de Amelia.

No es que dijo algo malo de sus videos o que habló en general de lo que ella hace como si nada de eso estuviera bien, sino que atacó directamente a Amy, hablando de cosas relacionadas a sus padres, sobre cómo seguro todo siempre había sido bien fácil para ella sabiendo que tenía el dinero para sentirse segura de hacer lo que se le antojaba, sin preocupaciones.

Básicamente, hablando de cosas que nadie que no esté en sus zapatos tiene derecho a comentar. Yo incluido.

Por lo que esa fue mi línea, y le dije que si tenía tanto tiempo en el trabajo para hablar de la vida de otras personas entonces probablemente no estaba teniendo demasiado trabajo, así que también la puse a cargo de la limpieza de las cocinas.

Anne no volvió a hablar de Amelia después de eso.

Por otro lado, las redes dejaron de ser realmente un problema para mí cuando decidí mayormente ignorarlas. La foto que subí con Amelia recibió varios comentarios y reacciones de todas las personas que habían comenzado a seguirme antes de que pusiera mi cuenta como privada, pero sólo me dediqué a ignorarlos. No volví a publicar nada más después de eso.

Amy sí ha estado publicando cosas de nosotros, aun cuando mi cara no ha salido en ninguna de esas fotos, etiquetándome cada vez que lo siente necesario. Cada una de esas veces me pidió permiso para poner mi nombre en sus fotos y yo no pude hacer más que sonreírle.

Las únicas veces en las que sí entro en la aplicación es para revisar su perfil y reaccionar a sus propias publicaciones, ya sean por algo relacionado a sus videos o porque ella simplemente quiso publicarlo. Es cómico ver en los comentarios cómo sus seguidores reaccionan al hecho de que yo le puse un corazón a alguna foto o incluso cuándo no se la puse a tal otra. Cómico y a veces abrumador, tal y como lo dijo Parker.

El Juego Termina Contigo [ GAME OVER #1 ]Onde histórias criam vida. Descubra agora