20

3.2K 325 45
                                    


Después de su nada agradable reunión con la señorita Carter, se dedicó totalmente a la empresa, quería ganarse otros días libres y para eso tenía que terminar todo el trabajo ese mismo día. 

Revisó su reloj, marcaba las 23:45 de la noche y gracias a Odin que por fin había acabado, el día transcurrió con tranquilidad, nadie lo molestó en toda la tarde, cosa que agradeció, claro que la única "molestia" que quería recibir era la de su sexy soldado, pero este en ningún momento se apareció en su oficina. Suponía que también estaba muy ocupado. 

-¿Sigues aquí? 

-Obvio. 

-¿Y eso? No es normal en ti quedarte tarde en la empresa, siempre estás atento a las oportunidades para escapar.

La pelirroja caminó hasta la silla frente a su escritorio para sentarse con las piernas cruzadas.-¿Ya te estás volviendo responsable? 

-Quiero mis días libres sin trabajo, por eso estoy aquí. Y si soy responsable.

-Oh claro, es por eso que siempre se te junta mucho trabajo y tengo que ir a buscarte para que lo hagas. 

El castaño rodó los ojos divertido, el si se consideraba responsable, tomó los últimos documentos que le faltaban, los leyó y firmó dando por terminado su jornada. 

Levantó los brazos estirándose, se frotó los ojos que ya estaban un poco irritados- Vamos a casa Potts. 

Ambos se levantaron de sus asientos, el camino hasta la entrada del edificio fue silencioso, se subieron al auto de Hogan y justo a unos metros de llegar a la torre, Tony soltó su deseo. 

-Quiero donas.

-Ay no, ya estamos por llegar, lo siento, te quedarás con las ganas. 

Happy lo reprendió, solo al magnate se le ocurría ir por donas a medianoche ¿Dónde carajos iba a conseguir donas a esa hora? 

-Quiero. Unas. Donas. 

-Ya. Llegamos. Bájate del carro ya. 

Con un puchero de extremo berrinche se bajó del auto, no sin antes mencionarle a Pepper que se iba a tomar una semana entera por todo el arduo trabajo que había realizado ese día. 

Subió hasta el piso de su casa que estaba completamente en silencio, no era extraño, ya era tarde y suponía que todos dormían, incluido Steve. Se recostó un momento en el sillón antes de ir a su habitación, lo cierto es que ya no recordaba el absoluto silencio en ella, desde que se mudaron algunos vengadores ni había un solo momento en que estuviera así. 

Respiro hondo cuando estiro su cuerpo para destensar sus músculos, camino con pereza hasta su habitación encontrándose con un bulto musculoso dentro de su cama. Sabía que el sueño de Steve era sumamente ligero, así que con toda la delicadeza del mundo se cambió y acostó a un lado de este esperando no despertarlo. 

No funcionó. 

-Llegaste tarde hoy ¿Cómo te fue? 

-Lo siento, no quería despertarte. Me fue bien ¿Y a ti? 

-No te preocupes guapo, también me fue bien, un poco pesado, pero bien. 

No pudo evitar sonrojarse, muy rara vez le decía cosas como esas, dejando a un lado sus "encantadores" piropos claro está. El castaño pegó su cuerpo al del rubio siendo abrazado por este. 

Todavía tenía el antojo de su dona pero le ganaba más el sueño. 

-Buenas noches, Tiny.

-Buenas noches, beloved. 

------------------------------------------------------------

-¡Buenos días señor sol! 

-¿Qué onda con tu felicidad? 

Clint había despertado con suma alegría, ese día por fin iba a tener su primera terapia para superar los traumas de los cochinos de sus líderes.  

-¡Hoy por fin voy a cobrarme sus fechorías! 

Tony había escuchado al arquero gritar en medio de la sala cuando él estaba preparándose su café y comiéndose su dona, que por cierto el capitán había comprado una docena la noche anterior. Adoraba tener un novio tan atento. 

Barton intentó reír malvadamente pero a mitad de su espectáculo casi se ahoga con su propia saliva comenzando a toser y ponerse rojo del esfuerzo. 

-Medicate, loco. ¿Con quién vas a ir o qué? 

-M-me la recomendó Strange- carraspeo, aun sentia la sensacion de ahogarse en su garganta y le incomodaba.-Dijo que era buena y que no cobraba tan caro, asi que no te preocupes, tu billetera no lo sufrirá. 

-¿Mi que? 

-Adios, voy tarde a mi cita. 

Clint revoloteo sus ojos a Tony cuando las puertas del ascensor se cerraban, el castaño solo rodo los ojos.

 Ya que él las iba a pagar, haría que valiera la pena.

"Inicio del trauma"Where stories live. Discover now