Entre tus labios [ UrssArg/NazArg Countryhumans ]

Capítulo 2

Madrid, España.
22/03/2021, 2:20 a.m

La tensión en el ambiente intercala la piel del trío armado, apuntandose entre sí mismos, el nerviosismo de quién va a ser el primero en caer, y el último en sobrevivir. Argentina y Reich juegan con sus armas apuntando al eslavo, y luego a la cabeza de ambos, indecisos.

—  ¿Les meto una bala por el culo o nos vamos a seguir mirando como tarados?.

La latina sonríe, insolente como siempre. El eslavo avizora a la mujer, con seriedad, aún apuntando a su cabeza.

— Las damas primero.

— Machista.

Reich saca una segunda arma de su chaqueta y les apunta mientras refunfuña.— Ustedes dos cierren la boca. Yo primero te mataré a ti, inmundo eslavo. Luego iré por la latina puta.

La dama ríe.— ¿Y si te matamos a ti primero?: Aún te duele que Polonia no te quiera, acabaremos con tu sufrimiento.

— Tú eres la que tiene un arma.

Argentina saca de entre su busto otra arma, le apunta al de esvástica.— ¿Qué decías, Nazi?.

En ese instante, y en medio de la decisión del trío de a quien disparar primero, una serie de gritos desgarradores vienen del salón principal, dejando helados a los tres oponentes quienes voltean la cabeza para ver.

Los invitados corren despavoridos tratando de salir de la fiesta mientras algunos caen en el intento de correr lejos, comienzan a oírse disparos a lo lejos, provinientes dentro del salón. Argentina, en un acto desesperado, dispara al aire asustando a los dos contrincantes quienes se agacharon al sentir las balas cerca de ellos, corren a esconderse y protegerse, ella procede a correr al salón aprovechando la distracción, sin importarle un comino que sus enemigos se estén disparando entre ellos, ni siquiera se dio cuenta que los otros dos estaban igual de confundidos y ahora aterrados por el error de distraerse y no matarse. Pero la mujer solo tenía una cosa en mente, la persona más importante en su vida.

Mamá...

Argentina, ya dentro del salón observa a sus hombres entre una guerra de balas y golpes con un bando que desconoce completamente. Los vidrios de las ventanas se rebentaban por las balas impactadas en ellos. Al ver a su padre defendiéndose detrás de una mesa mientras levanta su arma y tira fuego, guiando a sus hombres, corre hacia él esquivando los disparos difícilmente mientras dispara para que los contrarios se oculten. Cuando la ve España, abraza a su hija, aliviado.

— ¿Donde estabas? Mierda... Pensé que te había pasado algo. Espera... ¿Qué te pasó en la cara? ¿Quién te golpeó? Juro matarlo.