Entre tus labios [ UrssArg/NazArg Countryhumans ]

Capítulo 16

Buenos Aires, Argentina.
2 de abril, año indefinido.

Argentina se agarra la cabeza, nerviosa.— Si mi padre no me mata, mamá lo hará con seguridad.

— Oh vamos... ¿Es muy grande?.

— Si, y murieron más de mil de mis hombres. Carajo, ese viejo hijo de puta...

Perú ríe.— Te dí todo mi apoyo por recuperar esa pequeña fábrica. Sin embargo perdiste, te dije que no debías apostar solo porque te enojó que él te dijera "tetas de plancha".

— ¡No soy tetas de plancha, mis tetas parecen sandías enormes! A mi nadie me llama así sin morir en el intento. Ese viejo de mierda me las va a pagar algún día...

— Oh vamos, tenías más sexo con Reino Unido que con Brasil.

— ¡Que me lo cogia no implica que me pueda llamar tabla!. Además Brasil también lo apoyó.— Dijo haciendo un puchero.

Realmente no le importaba la fábrica, pero tampoco dejaría llamarse tetas de plancha por el idiota de UK. Recientemente sus bandas habían tenido dos encuentros guerrilescos y ella quería una tercera vez con tal de demostrarle que no se dejaría pisotear, la terminó pisoteando pero era demasiado terca como para admitirlo. Brasil, uno de sus amantes, había apoyado a ese vejete en la apuesta que se había hecho conocida entre todos, la decepcionó totalmente, sus amigos y aliados estaban en un tenso momento en donde las mafias estaban recuperándose despues del encuentro masivo de bandas diferentes. Fue apodada como "La Mattanza" aunque mayormente conocida como "La gran guerra de la Mafia". Miles de millones murieron en ese lugar, tanto mafiosos como simples civiles inocentes, la estabilidad después de aquel evento aún se estaba recuperando. Su mente hace clic recordando algo.

— Envía un mensaje por anonimato y agradece a las personas que votaron por mi. En especial a este de aquí...— Señala la hoja.

Perú asoma su cabeza para ver la hermosa letra cursiva que tenía la albiceleste.— ¿Rdeča zvezda?.

— Me quizo apoyar dándome más de lo necesario, así que tuve que rechazarlo pero acepte un poco de su trato.

La albiroja se toca el mentón, pensativa. Estaba segura de haber escuchado ese nombre antes.— Se me hace conocido.

— Pues no se quien carajo es, pero si lo tuviera frente a mi posiblemente lo estaría besando.

Tiempo actual.

Argentina voltea la cabeza cuando escucha un carraspeo detrás de ella. Urss se encontraba cruzado de brazos con el ceño fruncido.