Capítulo 15

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Reich y Urss tenían la cabeza gacha, sintiéndose dos niños regañados por hacer berrinches en el supermercado.

- Y no sólo eso, también parece que les encanta llamar la atención de nuestros asesinos. ¡Quiero que me miren a la cara cuando les hablo!.- Grita KKK colérico al enterarse de la pelea que asustó a todo el personal del hospital, y que había llegado en boca de todo el país.

Él continúa gritando;- ¿¡Ustedes quieren que nos descubran!? ¡Les voy a meter una puta bala en el culo la próxima vez que se les ocurra por un segundo volver a siquiera tocarse las manitos de princesas que tienen!.

El mayor del trío se aleja cerrando la puerta con fuerza dejando solos a los dos hombres junto con una mujer de brazos cruzados.

- Es tu puta culpa.- Dice el alemán tratando de fulminarlo con la mirada.

- ¿Mi culpa? ¿Quién fue el idiota que se metió en donde no lo llamaron?.

Reich mira a Argentina quien tenía un ceja enarcada, vuelve a mirar a Urss.- Si ella no quería ir contigo tenía todo el derecho de meterme.

- ¿Ahora eres su defensor? Porque hace dos semanas ansiabas matarla con tus propias manos.

- Pues eso no te importa. Además tu también quieres matarla.

Urss sonríe.- Hmm, ya no.- Esa confesión dejó a la latina en shock.- Parece que las cosas cambiaron un poco.

El alemán frunce su ceño confundido. Pero el eslavo le da una mirada coqueta que hizo sonrojar a la mujer, el de esvástica logró entender y empuña las manos. Agacha su cabeza pensando.

- Ésto se está volviendo ridículo. Adiós.

Argentina se gira e intenta salir de la habitación sin meterse en el escándalo del dúo pero Reich la retiene del brazo gitandola delicadamente. Ésta se voltea confundida.

- ¿Te lo cojiste?.

Ella abre sus ojos sorprendida.- Eso no te concierne.

- ¿¡Lo hiciste!?.

Se suelta del agarre de manera brusca.- ¿¡Qué les pasa!? Yo hago lo que quiero... No necesito dar explicaciones. Y ustedes dos deberían solucionar sus problemas.

Sin decir más, abandona la habitación dejando la mandíbula tensa de Reich, y la sonrisa fanfarrona de Urss.

- Ni siquiera creas que te permitiré esto...

- ¿Y que harás?.

**

Argentina caminaba por el jardín del hospital privado. Era hermoso, las rosas rojas decoraban los alrededores en una combinación perfecta con el blanco de las paredes y lo cálido y silencioso que era el ambiente. De hecho ahí era el "recreo" de los que tienen problemas mentales, los dejaban explorar un poco el aire libre después de haber tomado todas las miles de toneladas de pastillas médicas para sus enfermedades y que no entren en un cuadro de adrenalina que los pone agresivos y con instintos asesinos.

Tal vez sonaría raro, pero ella había estado ahí antes. Miraba las rosas y recordaba aquél momento, se curó hace bastante tiempo cuando a sus 16 años le diagnosticaron Trastorno de Bipolaridad. Recordaba perfectamente esos momentos de locura que tenía, la depresión y los altibajos que amenazaban con suicidarse con tal de no sentir más, mató tanta gente como se le fue posible cuando nadie lo sabía, más de 10mil personas que cargaban su mente como algo pesado. Después venían esos momentos de calma y felicidad. Pensaron que no se curaria, y de hecho no lo hizo, pero lo maneja a su pleno antojo.

Usó la bipolaridad como un arma secreta a su favor. El instinto desquiciado que salía de ella, provenía de su propia desestabilidad mental.

- Te estaba buscando.

- Reich, estoy en un momento de calma... No me jodas.

- No iba a hacerlo... - Dice sentándose a su lado para ver las rosas que ella observaba como si fueran parte de su vida. El silencio reinaba en el ambiente de la pareja.

- ¿Él... Te gusta?.

Suspira.- Es atractivo, pero no implica que quiera algo con él, mucho menos algo romántico.

- Oh...

El silencio volvió pero ésta vez era bastante incómodo y extraño, las miradas de ambos recorrían los alrededores sin dirigirse la palabra. Honestamente no sabían de qué hablar sin quedar como tontos en el intento.

- Entonces... - Dicen al unísono.- No, tu primero...- Vuelven a copiar, ambos se sonrojan y desvían la mirada, nerviosos.

Se los dije, sin quedar como tontos en el intento.

- Perdón, solo quiero decirte que... Gracias.

Levantando ambas cejas, voltea su cabeza para mirar al nazi.- ¿Gracias por qué?...

- Por lo de Polonia y Honduras.

Argentina ríe.- Eso pasó hace 14 años, Reich.

- Y jamás te agradecí formalmente.

- Oh, entonces... De nada, supongo.

¿Cómo es que habían terminado con ganas de matarse?. De hecho no pasó hace mucho, quizás hace un año.

La gala benéfica en Francia había reunido a todas las familias mafiosas en un lugar pacifico libre de asesinatos. Era un juramento inquebrantable que nadie podía romper, si lo hacía, quedaría exento de una Mafia poderosa y los demás podían matarlo a gusto.

En esa misma gala, dos adolescentes se mantenían al lado de sus padres. Al verse los ojos se abren tan grandes que se les podrían haber salido de sus caras.

- ¿Tú que haces aquí?.

-Yo debería preguntarte lo mismo...

España toma de los hombros a su hija, mirando al menor.- Linda, no te juntes con basura inútil. Ven, te presentaré a Colombia.

- Si, tienes razón papá.

Ambos se alejan dejando al Nazi sorprendido ante esa actitud asquerosamente maleducada.

Después de un par de circunstancias volvieron a encontrarse, ambos bebiendo una copa de vino.

- Entonces, Third Reich hijo del imperio idiota...

- No le digas idiota a mi padre, Argentina.

- ¿Cómo no decirle idiota a alguien idiota?.

Reich frunce su ceño.- Te lo advierto...

- Si pudiera ahora mismo te degollaria con tal de no ver tus horrendos ojos negros. Seré yo la que mate a tu padre.

- No si yo mato al tuyo primero...

Argentina ríe.- Te lo tomaré como una competencia, estúpido. Pero si lo tomaremos así... Entonces no mataré a tu padre, sino que te mataré a ti.

- Eso estará por verse, recuerdalo... Suelo ser un hombre de palabra.

Palabra ni que palabra.

Ambos eran un par de tontos sedientos de poder y quitarse el paso con tal de ganar el monopolio de las mafias más poderosas.

- Parece que nada me sale bien...

- Hmp...¿Por qué te acostaste con él?.

Argentina chasquea la lengua.- Fue el momento, creo...

Asiente para volver a dirigir la mirada a las rosas.

Me pregunto cuándo llegara el mío...

Fin del capítulo.
Reich es tan...👉👈

Entre tus labios [ UrssArg/NazArg Countryhumans ] Where stories live. Discover now