Mizuki, la hija de InuYasha

Recuerdo desagradable

Había caído la noche, era una bella noche sin duda, las brillantes estrellas acompañaban a la brillante luna que iluminaba a todos por igual. Una chica de cabello negro azabache dormía plácidamente sin molestar a nadie y ella tampoco molestaba a alguien… de un momento a otro quisieron interrumpir su sueño para despertarla, lo cual lograron… una fría brisa hizo que la muchacha se estremeciera y despertara.

-Vaya, ya anocheció, quizás cuanto tiempo estuve aquí dormida- miró a su alrededor- por un momento pensé que todo lo ocurrido había sido tan sólo un extraño sueño- suspiró

"Hace mucho frío mejor entraré a calentarme cerca de la fogata, claro que si no se ha apagado. Espero que aún esté encendida". Pensó poniéndose de pie.

Entró a la casa y vio a Tackey que aún estaba recostado en el futón, también estaba dormido, por lo cual la chica intentó no hacer ruido al entrar, vio su blusa, se la puso y se sentó cerca del fuego para lograr entrar en calor un poco… no resultó de mucho el fuego, ya que una manta la cubrió.

-Si no te abrigas vas a enfermarte- dijo el joven lobo sentándose al lado de la chica

-Gracias Tackey, perdóname si te desperté- mirando el fuego

-En realidad estaba despierto desde que noté que no volvías y te estuve esperando- ahora también mirando el fuego

-Lo siento si te cause preocupación, no fue mi intención- abrazó sus piernas

-No pasa nada- le sonrió

-¿Te digo algo Tackey?- lo llamó la chica y el volteó a verla- eres muy bueno, sinceramente no creo que seas uno de esos yokais que tan solo están destinados a matar- lo miró y sonrió

-En eso te equivocas- la sonrisa de Tackey se esfumó- realmente eres una chica bastante ingenua…

La palabra “ingenua”, le sonó tan molesto y a la vez tan triste… pero sin duda era más molesto que triste, ya que ella a pesar de ser dura de carácter había una debilidad que ahora la tenía más que harta, su ingenuidad.

<< ¿Ingenua? ¿Realmente soy una ingenua? Ahora que lo pienso él tiene toda la razón… fue la ingenua más grande que haya pisado la tierra, por al creerme todas esas malditas palabras vacías de Shinto, pero creo que más que ingenua fui una tonta por no hacerle caso a mi madre cuando me lo advirtió, creo que el no hacerle caso pague las consecuencias con ese momento… ¡Mizuki, basta! Ya no pienses en eso ahora InuYasha te entrenará y nada ni nadie pasara nuevamente sobre ti>>. Pensó decidida a todo, dándose ánimos para seguir, pero a la vez aún se sentía triste

-¿Sabes? Tienes toda razón, soy una ingenua como tú dices- sonrió de una manera triste

-Oye no te creas eso, sólo lo dije para molestarte- animándola

-No, es cierto, especialmente cuando le creí todo eso- apretó sus puños- pero ya nada será como antes, InuYasha me entrenará y nada ni nadie volverá a pasar sobre mi

Cuando escuchó el nombre de InuYasha, Tackey inmediatamente apretó sus puños enojado y se preguntaba qué clase de relación había entre ellos dos, sin mencionar que antes cuando ella lo dejó recostado en el futón había escuchado de sus propios labios que lo amaba. Esa duda se lo estaba carcomiendo por dentro, le picaba la curiosidad por saber todo… un momento estaban solos y ahora era una buena oportunidad para sacarle la respuestas a la chica acerca de todas sus preguntas

-Mizuki- dime, ¿Qué clase de relación hay entre tu e InuYasha?- fue directo al grano

Esa pregunta sorprendió y extraño a Mizuki, no tenía idea de porqué le preguntaba algo así…