InuYasha, Kagome y Mizuki

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Quisiera dedicar este capítulo a mi pequeña hermanita Antonella que cumple 12 años, :') crecen tan rápido
¡Feliz cumpleaños pequeña!
Ahora disfruten de este capítulo que hice con musho amorsh

Cuando salieron del pozo fueron inmediatamente al interior de la casa, donde ahí se encontraron con Naomi, la madre de Kagome y abuela de Mizuki, la chica saludo feliz a su abuela y ella también, pero cuando vio a InuYasha su sonrisa desapareció casi inmediatamente. Miró al pobre hanyou con una gran frialdad que causó en él un escalofrío y también uno en su nieta, en ese momento se podía agarrar la tensión del ambiente…

"Me pregunto ¿Por qué todas las mujeres tienen esa aterradora mirada? Aunque en este acaso ya veo de donde lo heredo Kagome y Mizuki". Pensó InuYasha, mientras tragaba duro.

-Hola InuYasha- dijo por fin Naomi, pero sin dejar la frialdad en sus palabras

-Hola señora Naomi…- dijo con la mirada pegada en el suelo

-¿Qué haces aquí?- ahora sus palabras se habían endurecido aún mas

-Bueno… Kagome dijo que tenía que hablar conmigo y con Mizuki de algo muy importante- aún sin levantar la mirada

-¿Eso es todo a lo que vienes?- sorprendida al ver que InuYasha al hablarle no la miraba a los ojos

-Sí, eso creo- la levantó por fin su vista

-Mi hija es una desconsiderada… dime InuYasha que te quedarás a cenar- sonrió e InuYasha se sorprendió inmensamente

-Un momento, ¿no está enfadada conmigo?- confundido

-¿Por qué debería estarlo?- seria

-Pues, porque rompí el corazón de su hija… si a mi hija alguien le hiciera algo similar, le rompería el cuello- dijo también serio

-Entonces ya tienes a alguien a quien romperle el cuello- dijo Mizuki murmurando, pero siendo escuchado por InuYasha y su abuela

-¿Qué pasó? ¿Te rompieron el corazón mi niña?- dijo Naomi con su dulce mirada

-Sí, pero no se preocupen estoy bien- sonriendo y agitando sus manos

-¿¡Quién fue el maldito!?- dijo enojado InuYasha- dime quien fue porque ahora mismo iré a romper su cuello…

-Espera InuYasha cálmate- decía Mizuki

Naomi al ver la confianza con la que se trataban inmediatamente comprendió que al parecer estos estaban enterados de la verdad, así que suspiro y emprendió viaje a la cocina para preparar la comida. Mientras entre tantos forcejeos, se agotaron y Mizuki se dirigió a su habitación, saco su collar y dejó que los cambios volvieran a su cuerpo, pero desde la cocina se escuchó un sólo grito. InuYasha corrió a ver qué le sucedía a su hija y se encontró a la chica como una hanyou completamente pálida

-Mizuki ¿Qué pasa?- dijo InuYasha asustado

-Tú…- dijo casi en susurro- tú… con mi madre… ¡TUVIERON SEXO EN MI HABITACIÓN!- gritó enojada e InuYasha se sonrojó

-Pero qué estupideces hablas niña- tratando de excusarse

-Está el aroma de ambos plagado en mi habitación, en especial en mi cama, si claro estoy loca- dijo ahora sarcástica y espantada

-Podrías bajar la voz por favor- intentando callarla

-Porqué a mi…- lamentándose- porque no fueron a otra habitación esta la de mi madre, la de mi tío, la de mi nana, porque en la mía ¿Qué les he hecho?

Mizuki, la hija de InuYashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora