Mizuki, la hija de InuYasha

Epílogo

Aquí está lo que me pidieron, es algo muy improvisado puesto que no tenía planeado hacer un epílogo, espero que no sea tan malo.
Que lo disfruten

Tackey me llevó hasta una gran mansión que seguramente se trataba de alguien de suma importancia. Él mencionó que ahí vivían unas personas muy importantes en el mundo de la economía global, pero yo me preguntaba el porqué de todo esto. Sacó de su bolsillo una llave junto a una alarma y rápidamente abrió la puerta, en simples palabras él vivía aquí. Entramos y me dijo que no me separará de él, yo obedecí sin chistar, por primera vez lo obedecía sin discutir. Llegamos a la sala que era realmente muy hermosa, pero a su vez me era familiar la decoración, sentía cómo sí ya hubiera estado ahí y de repente risas infantiles se hacían cada vez más fuertes, claramente era dos niños que venían a recibirnos

-Llegó Tackey- gritó un pequeño de unos ocho años con anaranjado y ojos verdes, inmediatamente supe que éste pequeño se trataba de uno de los hijos de mi hermano Shippou

-Sí, vamos Tackey a jugar- invitó otro pequeño de casi la misma edad del otro pequeño, pero era diferente y a la vez conocido; era muy alegre y adorable, pero el color gris de sus ojos me llamaron mucho la atención

-No puedo pequeños, pero ¿ven a esta preciosa chica?- dijo Tackey y los niños asintieron- se llama Mizuki y ella necesita ver a Kagome e InuYasha, ya que son sus padres ¿podrían traerlos junto con su tío Kaito?

-A sus orden capitán Tackey- dijeron al unísono y corrieron hacia el segundo piso

-¿Capitán Tackey?- dije arqueando una ceja

-Es nuestro juego- rió,

Extrañaba tanto su risa que me acerqué hasta él y lo besé nuevamente perdiéndome nuevamente en sus labios y su sabor. Él me correspondió al instante y con sus brazos me estrechó para que nuestros cuerpos estuvieran más pegados el uno del otro. Estaba feliz.

Un ruido, más bien el sonido de algo romperse me tomó desprevenida e hizo que sobresaltara y a Tackey le sucedió lo mismo. Levanté mi vista y vi a una chica de unos quince o dieciséis años de cabello castaño y ojos miel oscura que me miraba con odio

-Mizu ¿estás bien? ¿Te lastimaste?- dijo mi lindo Tackey, quien al nombrar a la chica supe que ella era mi sobrina, la hija de mi hermano Kaito

-¿Quién es ella?- dijo muy fría

-Es Mizuki mi novia- dijo natural y a ella se le llenaron los ojos de lágrimas

-Pero, se supone que tú y yo seríamos felices juntos- llorando

-De qué hablas Mizu, tú sabías que yo amaba a alguien más siempre lo he dicho- tomó mi mano- es Mizuki a quien amo

-Te odio- gritó y luego salió corriendo

Me encontraba algo confundida, pero no quise indagar en ese tema, después le preguntaría a Tackey lo que había sido toda esa escena. Él me miraba con preocupación en los ojos por lo que supuse que era por la reacción de Mizu

-Ve a verla Tackey- dije mirándolo a los ojos verdes que me hacían suspirar- habla con ella yo estaré bien

-No Mizuki, no tengo nada que hablar con ella, además ella ya es mayor y debe entender que tu eres el amor de mi vida- me besó nuevamente los labios ¡Dios por favor que no se acaben nunca estos besos!

-Tackey suelta a mi hija ahora- reconocí la voz de InuYasha, mi padre, y me separé de los labios de Tackey sorprendida

-InuYasha basta sabes muy bien que nuestra hija es grande y madura para saber lo que hace y además Tackey tiene nuestra aprobación desde un inicio- era la dulce y melodiosa voz de mi madre y fue ahí cuando me giré a verlos con los ojos empapados