Un nuevo aliado

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En un castillo ubicado en las tierras del norte de la región, en una celda se hallaba una chica de cabello negro y ojos chocolates algo opacados por agua que salía de ellos, estaba encadenada de pies y manos, así que, aunque quisiera, no podría escapar. Al otro lado, la celda vecina, se hallaba un hombre de unos treinta años, de cabello azul y ojos grises con pintas anaranjadas, vestía con ropas muy elegantes pero también algo gastadas, lo que daba a entender que llevaba mucho tiempo encerrado y lo rodeaba un campo de energía. La chica curiosa de aquel hombre se acercó a él para entablar una conversación mientras esperaba su muerte

-Hola- dijo la chica mostrándose serena

El hombre no respondió sólo hizo un gesto con su mano en señal de saludo

-Soy Mizuki ¿Te encuentras bien?- volvió a hablar la chica, pero esta vez el hombre no dijo ni hizo nada- lo siento si molesto, pero quisiera hablar con alguien antes de que llegue mi fin y además te pareces a alguien, pero ahora no recuerdo quien exactamente, sólo se me viene a la mente esa yokai Zifrina

-¿Zifrina?- abrió los ojos sorprendido- ¿Cómo está ella?- dijo repentinamente

-Pues no lo sé, recibió un ataque de Lina y quedo inconsciente, después de eso no la volví a ver- dijo sin dejar de mirarlo a los ojos

-¡Esa maldita!- apretó sus puños- si tan sólo pudiera salir de este maldito campo iría tras Lina y hacerla pagar por dañar a mi hija- sus lágrimas empezaban a correr por sus mejillas

-¿Hija? ¿Eres el padre de Zifrina?- dijo sorprendida y el asintió- pero eso es imposible, ella me dijo que su padre había muerto, que lo había matado otro yokai y me pidió ayuda para vengar aquella muerte tan horrible, aunque claramente parece ser que eso también era una trampa que la obligó hacer Lina

-Eso es lo que Lina le dijo a Zifrina, le dijo que yo había muerto cuando me encerró aquí- miraba el suelo

-¿Por qué lo encerró?- dijo curiosa

-Porque hace algunos años atrás, precisamente unos 20 años, no quise enfrentarme a un yokai llamado Sesshomaru y obtener sus tierras, no es la misma de antes- golpeó el suelo

-Pues lo siento mucho- miró el suelo

-¿Y tú por qué estás aquí?- dijo el hombre de la nada

-Bueno porque Lina quiere mi piedra lunar y también mi sangre, ya que al parecer quiere obtener mis poderes- jugando con las cadenas

-¿Tus poderes? Pero si eres sólo una niña humana, ¿o acaso eres sacerdotisa? Lo digo porque posees algo de espiritualidad cuando te veo- sin dejar de mirarla

-No, no soy sacerdotisa mi madre lo es, pero yo soy una hanyou- sonrió

-Ya veo, típico de Lina atacar a su oponente cuando hay una desventaja para el- sonrió irónicamente

-Así parece… ¿y no puedes salir?- sentándose en el suelo

-Este campo no me lo permite, si no fuera así, ¿crees que yo seguiría aquí?- arqueo una ceja

-Claro…- sonrió apenada

La chica al apoyarse a la pared sintió el cansancio apoderarse de su cuerpo, sus ojos le pesaban y por estar algo asustada hace un rato, se tensó demasiado, pero al hablar se tranquilizó y el sueño la invadió para no dejarla ir.

En otro lado una yokai que fue brutalmente atacada se levantaba con mucha dificultad. Al estar completamente de pie, se reprochó a si misma por haber sido tan tonta de confiar en su madre sabiendo y conociendo como era ella, pero el punto era que a pesar de todo ella la quería y por eso confiaba en ella y hacia todo lo que le ordenaran, pero ahora quien le preocupaba más era aquella chica que era la victima de todo esto. Se decidió por ir en busca de ayuda y al primero que buscaría seria al chico-lobo, Tackey. Corrió con todas sus fuerzas hasta que llegó a la cueva en donde estaba el joven lobo mirando el techo, pensando en cómo empezar a decirle a Mizuki el error que se cometió, porque al final Shinjiro averiguó y le dijo la verdad. Al percatarse del aroma de la yokai se puso inmediatamente en guardia esperando que se acercara para defenderse, sin embargo, cuando llegó Zifrina no lo atacó, sólo alcanzó a decirle: “lobo, Mizuki está en peligro, debes ayudarme para salvarla o sino, mi madre la asesinará”. Al decir eso último, Tackey hizo un rápido movimiento agarrando con su mano el cuello de la yokai y haciendo presión

Mizuki, la hija de InuYashaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora