Capítulo dieciocho

4.8K 518 378
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

TYLER

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

TYLER

Decir que me sorprendió ver a mi publicista salir del ascensor de la residencia la mañana del domingo cuando yo volvía de correr sería poco. Prácticamente me quedé de piedra, como una estatua, mirándolo sin entender nada mientras se acercaba a mí con una sonrisa bobalicona. A diferencia del resto de los días, no vestía un traje caro sino jeans y un sweater liviano dándole el aspecto de un muchacho de veinticinco años y no un de empresario de cuarenta.

—¿Está todo en orden, Ezra?

No puede evitarlo y me llevé la mano a la nuca con nerviosismo. Incluso no me molestó en lo absoluto sentir la transpiración al hacer contacto con la palma de mi mano porque me interesaba mucho más saber qué hacía él en la residencia Lincoln. Solo podía pensar que estaba allí por mí y, considerando que nos habíamos visto en la fiesta la noche anterior, solo podía pensar en malas noticias.

—Claro que sí, muchacho.

—¿Y qué haces aquí?

Fue su momento de removerse nervioso.

—Le he traído el desayuno a una chica que conocí anoche.

Elevé las cejas con sorpresa porque no esperaba por nada en el mundo esa respuesta. Las razones eran sencillas: a, habían chicas de diecisiete viviendo allí y sería bastante ilegal que él saliera con una; b, no sabía que conociera a alguien más que a mí; y c, lo creía gay.

—¿A una chica? ¿Qué chica? —El asombro fue bastante obvio y me sentí un poco mal por eso.

—Conocí a alguien en la fiesta de anoche, pasamos un buen momento. —Se encogió de hombros, aunque me pareció que estaba un tanto incómodo con mi interrogatorio—. Se llama Emma, ¿la conoces?

Por todos los cielos y las deidades conocidas. ¡¿Emma?! ¿Como mi Emma? No era mi Emma exactamente, pero sí mi compañera. Y no me haría nada de gracia si ella era la chica con la que se había revolcado.

—¿Emma Williams? —pregunté con un hilo de voz.

—Así es. Veo que la conoces.

Oh, claro que la conocía. Dormía con ella en la misma habitación, compartía baño con ella, me peleaba con ella al menos una vez en la semana y había ido a esa fiesta con ella para luego abandonarla para besuquearme con April. Por supuesto que sabía de quién hablaba.

Uno y medioWhere stories live. Discover now