Capítulo cincuenta y cinco

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EMMA

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Cerré mi libro con más fuerza de la necesaria y lo guardé con rapidez en mi bolso para apurarme a llegar a la próxima clase. Todavía me quedaban tres horas en la universidad y yo solo pensaba en cuánto deseaba volver a la residencia para dormir una siesta.

Estaba un poco deprimida, algunos compañeros habían recibido la confirmación del profesor e irían con él a Illinois, y yo había perdido toda esperanza de que eso sucediera. Quedaba una semana de clases y una semana más de exámenes, parecía imposible que recibiera una buena noticia.

—¿Señorita Williams?

La voz del profesor Sherley detuvo mi huida y todos mis nervios se pusieron de punta.

—¿Sí?

El hombre me indicó con un gesto de mano que me acercara a él y eso fue exactamente lo que hice mientras observaba a mis compañeros partir. Si no me apresuraba llegaría tarde y, aunque los docentes no regañaban a nadie por tardanzas, no me gustaba interrumpir en el medio de una lección.

El cincuentón con chaqueta tweed y barba grisácea esperaba por mí tras su escritorio en el centro del salón con forma de anfiteatro. Tomó una carpeta plástica de la mesa y me la mostró. Era un folio que yo ya conocía, mi último ensayo en el que me había esforzado más que nunca para recibir un sobresaliente. Pero no era por la nota en sí sino porque quería impresionarlo, mostrarle de qué estaba hecha.

—¿Se encuentra todo en orden?

No emitió palabra, en su lugar recorrió con los dedos las hojas y miró por arriba las palabras.

Para la mayoría de la gente la vida es llegar a una meta, pasar la línea de llegada y reclamar un premio a su esfuerzo y perseverancia —leyó y mi respiración comenzó a agitarse—. No creo que ese sea el enfoque correcto, la vida no es una carrera y no se trata de quién llega primero. La vida es cuestión de tiempo, de disfrutar el trayecto y alargar la llegada tanto como sea posible. ¿De qué sirve morir joven si lo único de lo que puedes presumir es tu dinero? ¿De qué sirve ver volar los pájaros si no quieres volar con ellos?

Uno y medioWhere stories live. Discover now