𝓥𝓮𝓻𝓪𝓬𝓻𝓾𝔃

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El niño  Llorón 

l balneario Ojo de Agua en la ciudad de Orizaba Veracruz, no solo cuenta con la famosa leyenda de la Sirena. Muy pocos conocen las apariciones de un niño maldito.

Hace algunos años ocurrió algo muy extraño, a un trabajador de una empresa de productos químicos cercana a ese lugar, cuando caminaba de regreso, completamente solo debido a que había tenido un problema en el trabajo que lo hizo quedarse rezagado, tomó el camino de Ojo de Agua, sin hacer caso de las advertencias, ni de los consejos que hablaban de espantos y apariciones.

Sucedió que cuando este hombre iba caminando por el lugar y pasaba muy cerca de los restos de lo que alguna vez fue un pozo de agua, escuchó el llanto de un niño, por lo que regresó y buscó en la oscuridad, hasta que vio a un niño muy pequeño sentado a un lado del pozo que lloraba desconsoladamente. Se acercó y le preguntó porque lloraba, sin embargo el pequeño no parecía hacer mucho caso y después de insistir mucho, por fin le dijo que se había perdido, pero que seguramente sus padres lo encontrarían en la iglesia cercana, pidiendo que lo llevara cargando, pues él no podía caminar rápidamente.

Como era de esperarse, al hombre le causó algo de sorpresa esta petición, y como tenía buen corazón y juzgando que el menor era realmente pequeño y seguramente estaba asustado, no le costaría ningún trabajo realizar la tarea, y no tuvo ningún inconveniente en cargarlo.

Sin embargo, si le extraño la petición de que por ningún motivo volteara a verlo hasta que no hubieran entrado a la primera iglesia que encontrara.

Dispuesto a hacerlo de esa forma, el hombre siguió su camino con el niño cargando; pero cuando ya se acercaban a la iglesia, escuchó unos ruidos extraños que se le hicieron muy poco comunes y olvidando la promesa que había hecho al niño, volteó a ver lo que llevaba cargando, llevándose una terrible sorpresa, no era un niño, sino un ser monstruoso que empezó a carcajearse de manera aterradora; por lo que inmediatamente lo arrojo lejos y sin más entro a la iglesia en donde había unas cuantas personas, quienes escucharon las carcajadas pero ya no vieron al ser.

Fue entonces cuando el que parecía ser sacristán recordó una leyenda, que dice que el día que el monstruo logre entrar a la iglesia, ese día crecerá tanto el caudal de Ojo de Agua, que Orizaba desaparecerá por completo cubierta por el vital líquido, además que esa profecía la supieron sus abuelos antes que él y que era algo que el destino tiene señalado.

La Niña y el Ángel

Se cuenta que en 1908 llegó a Orizaba una bella pareja con una pequeña hija de tan sólo dos años de edad, de nombre Ana María, con motivo de una fiesta, la niña desapareció de la vista de sus padres y tras unos minutos se escucharon gritos desgarradores: mientras la niña jugaba cerca de unas velas encendidas, su vestido comenzó a incendiarse y ella se quemó junto con él. A pesar de que los padres intentaron sofocar las llamas, la niña ya había muerto.

Los papás de la pequeña niña decidieron enterrarla en el panteón "Juan de la Luz Enríquez", pero ellos tenían que regresar a la Ciudad de México por lo que, en una especie de homenaje, pidieron a un escultor que construyera un monumento a imagen y semejanza de la niña, en tamaño natural y hecho de mármol.

El escultor representó a la niña acostada en su cama, mientras un ángel la cuidaba. Los detalles fueron muy específicos, desde los pliegues de las sábanas, los adornos de la cama y las alas del ángel hasta los ojos de Ana. Tras el entierro empezaron a suceder cosas extrañas, la gente dice que los ojos de la niña se abren y siguen a las personas con la mirada hacia donde se mueven, incluso a veces adquieren un brillo sobrenatural. Algunos vigilantes del cementerio señalaron que, en ocasiones, la niña deambula por el lugar buscando a sus padres y en algunos casos va acompañada de un ángel. Hay quien cuenta que la niña concede deseos a otros niños y, cuando se cumplen, el niño en cuestión debe ir a dejarle un juguete.

Los turistas suelen visitar la tumba de esta pequeña, que parece tener siempre flores frescas a pesar de no tener conocimiento de ningún familiar que le sobreviva. A pesar de todos los años que han pasado, la escultura parece estar en buenas condiciones.



La condesa de Malibrán. 

Las leyendas forman parte del folclor mexicano, cada rincón del país cuenta con relatos que forman parte de la cultura de ese lugar y que es interesante conocer al recorrer sus calles. Veracruz cuenta con varias leyendas muy conocidas entre sus habitantes, una de ellas es la de La Condesa de Malibrán que cuenta con varias versiones, aquí te compartimos una de ellas.

Se cuenta que hace muchos años, cuando Veracruz se encontraba amurallado, había una mujer extranjera muy bella que era esposa de un Conde de la Corona española que viajaba mucho, su apellido era Malibrán. La gente rumoraba acerca de las cosas extrañas que ocurrían en su casa, decían que la mujer visitaba los arrabales para ver a una anciana que practicaba brujería, la razón era que no podía tener hijos.

La Condesa organizaba grandes fiestas en su casa durante la ausencia de su esposo, estas se prolongaban hasta el amanecer cuando ella solía quedarse a solas en la gran mansión con alguno de los invitados que solían ser marineros jóvenes y apuestos. Se dice que la gran mayoría de sus amantes no volvía a sus navíos y nadie volvía a saber de ellos.

La mujer le pedía a la bruja que le quitara el maleficio para poder tener un hijo, por lo que recurrió a ritos oscuros. Después de un tiempo logró embarazarse y dio a luz a un varón, sin embargo, el bebé tenía una deformidad por lo que trató de ocultarlo de todos, mientras ella continuaba con sus fiestas.


El perro prieto 

Cuenta la leyenda que las calles de Alvarado se llenan de terror por las noches, justo cuando desde las sombras aparecía el perro prieto, causante de destrozos y terror a su paso.

Algunos dicen que este animal es el mismo demonio, pues además de sus horrendos y afilados colmillos, sus ojos parecen carbones encendidos.

Otros cuentan que este engendro no es más que un vagabundo que lo mismo molestaba mujeres, amenazaba maridos y robaba cosechas.

Según las costumbres, este hombre al saber que el pueblo entero le buscaba para hacer que pagara sus fechorías, tomó la forma del espeluznante animal.

Una vez transformado, mordía la mano de quien se atrevía a ofrecerle alimento, atacaba sin motivo a personas inocentes y causaba destrozos en el mercado local.

La leyenda demoníaca de este animal tomó mayor fuerza, pues se dice que un hombre lo golpeó con un palo hasta que la bestia no pudo moverse, fue entonces que lo inimaginable ocurrió.

El perro se levantó en sus patas traseras y con las delanteras se arrancó el pellejo, entonces descubrió su forma humana.

Los testigos atónitos, no pudieron detenerlo mientras este escapaba para nunca más volver, sin embargo, en esta época, este tipo de leyendas vuelven a contarse, a tomar vida y a ocupar su lugar dentro de la cultura popular veracruzana.


"𝑶𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐𝒔 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐𝒔"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora