Sᴇᴄᴏɴᴅ "Cᴀᴛ ᴇᴀʀs"

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Niki cerró la llave y tomo una de las toallas que estaban colgadas, comenzó a secar su cuerpo... Aún no lo conocía bien, pero se imaginaba como debía hacerlo.

Cuando se sintió seco comenzó a vestirse, tal vez duro más de lo que debería haciéndolo, no conocía muy buen sobre ropas humanas. Aquella sudadera de colores cálidos le resultaba cómoda, además de que para el los pantalones eran muy lindos.

'¿Con que puedo cubrirlas?' se preguntó mentalmente, miro la toalla truco una idea. Co cuidado envolvió su cabello y escondió sus orejas... Se miro al espejo y sonrió al ver que realmente no sé veían.

"Niki, ¿Ya terminaste?" Preguntó el otro chico desde afuera. "¿Quieres que te ayude en algo?" El rubio negó con voz baja y salió del baño, Sunoo le miró extrañado. "¿Por qué usas la toalla así?" Dice soltando una pequeña risa.

"Me gusta, es cómodo" Dijo con algo de seriedad, el contrario solo lo miro confundido, así que imagino que estaba incómodo.

"¿Cuántos años tienes?" Le preguntó.

"Tengo catorce"

"¡Pero si eres un bebé! Yo tengo dieciséis." Grito Sunoo emocionado, acariciándo sus mejillas mientras lo miraba con ternura, la acaricias que dejaba en el rostro del contrario hacían que esté solo ronroneara complacido por los mimos. Lo que no notó fue como la toalla que llevaba en su cabeza que cubría sus lindas orejitas de gato se cayó.

Un abrumador silencio inundó la habitación, el rostro de Niki parecía aterrado, sus ojos se volvieron un poco acuosos y finalmente... Sunoo terminó con ese ambiente tan pesado.

"¡Tus orejitas son tan lindas!" Exclama con emoción, el menor solo lo mira confundido ¿No escaparía de el? ¿Tampoco intentaría deshacerse de él? "Eres tan adorable, ¿Puedo tocarlas?" Preguntó Kim, sin obtener alguna respuesta. "¿O te dolería su lo hago?"

"N-No... Esta bien." Dice algo confundido, sintiendo las suaves manos del contrario en sus orejas, acariciándolas con suavidad y delicadeza, quienes solían tocarlo siempre lo hacían de forma brusca, su piel estaba llena de mordidas y arañazos, ninguna parte de su cuerpo estaba libre de tener alguna cicatriz. Igual que todo su ser, su alma estaba dañada.

Pero la forma en la que el contrario lo tocaba lo hacía sentir cálido y alegre, los ronroneos no se hicieron esperar... Ese chico era diferente, aquellos ojos lo miraban con curiosidad y cariño como si fuera un amigo de toda la vida, y eso hacia que su interior se sintiera cálido.

Kim Sunoo, eres especial


░❝Kɪᴛᴛɪᴇ❞ ✿ Sunki ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora