Tʜɪʀᴅᴛᴇɴᴛʜ "Aʟᴏɴᴇ"

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"¡No me gusta estar solo, por favor no me dejen!" Suplica el menor intentando detener a ambos mayores. "¡Por favor!"

"Niki, tengo que ir a la escuela, y Sunoo a comprar algunas cosas por mí, regresará en menos de una hora" Un berrinche infantil inunda toda la habitación, el rubio estaba siendo muy grosero, al menos para la opinión de Jay. "Su sigues así te voy a dejar sin Whiskas por una semana" Niki le saca la lengua. "Un mes, vámonos Sunoo... Ni hablemos más con este niño más portado."

"¡Bien, de todas formas yo puedo cuidarme solo!" Grita con un tono infantil, ya que escucha como la motocicleta arranca cae en razón y no puede evitar llorar. "¡No me gusta estás solo, me da miedo!" Dice buscando algún lugar donde esconderse de cualquier peligro, tiene una idea y decide comenzar a quitar sus prendas para no dañarlas, luego pasa a su forma animal y hace un bulto de sábanas y almohadas, para solo meterse dentro de ellas y descansar por el calor que había ahí, de alguna forma eso le hacía sentir protegido, como si sus mayores estuvieran con el.

"Bien, bien... Era esto." Sunoo leía la lista que Jay le dio para comprar comida, quería regresar cuanto antes para no dejar al pequeño semifelino solo, cuando estaba en su casa el chico solía ser muy torpe y tímido incluso con su presencia.

Terminó por llevar todo a la caja, esperando en una larga fila de casi horas. Por su parte Jay estaba en una clase con el jodido profesor de lenguas, odiaba a ese viejo que duraba horas en terminar una explicación de tres palabras, ah, pero para dictar era un jodido Eminem.

Kim terminó por pagar todo y se dirigió a la casa del mayor, abrió la puerta y se susto al no ver al rubio por ningún lado. Cerró la puerta y abrió todas las habitaciones hasta ver el bulto de almohadas sábanas y algunas prendas.

"¿Gatito?" Levantó la cobija, observando a un lince de pelaje blanco como el cabello de su menor, las orejas que poseía eran peluditas y grandes... Sus patitas pequeñas con algo de rosado se veían tan esponjosas, por más que lo intento no pudo evitarlo y comenzó a acariciarlas, dejo mimos en su espalda y beso su frente.

"M-Mgh..." Un gruñido resonó en la habitación, Niki había despertado.

"Despertaste pequeñín." El menor lo miro confundido, no recordaba haberse dormido, volver su cabeza a un lado y regreso a su forma humana. "Me tenías preocupado, tenía miedo de que te hicieras daño."

"No me iba a hacer daño, Hyung..." Le dio una sonrisa, acurrucandose en su pecho buscando algo de calor. "Me alegro de que estés bien..."

El contrario no pudo evitar notar como la marca de su mordida estaba cicatrizada en su cuello, un color algo rojizo la adornaba.

"¿No sé suponía que esto se curaría?" Dio una leve caricia por el hombro del contrario.

"Solo se mantiene roja por un tiempo, también suele... Pero pasa rápido, además de que técnicamente estoy curado."

"Oh, pequeño..." Pasa sus manos por la blanquecina espalda del contrario y lo apega más a el, se prometió a si mismo que lo protegería sobre todas las cosas, y así lo hará, cueste lo que cueste.

░❝Kɪᴛᴛɪᴇ❞ ✿ Sunki ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora