Alyssa ©

Capítulo 20

—¿En que piensas?— pregunta llegando hasta mí con pasos pausados pero firmes mientras que mi mirada estaba fija en la vista que daba la ventana— Después de lo de hace rato no has vuelto hablar.

—Mi vida es una completa mierda— murmuro melancólica escuchando perfectamente como soltaba un largo suspiro— Me he hecho muchas preguntas ¿Sabes?—Sonrío leve— ¿Qué fuera pasado si jamás fuera llegado al pueblo? ¿Que fuera pasado si mis padres no me fueran entregado ese viejo libro? ¿Qué fuera pasado si....?

—“El que fuera pasado” ya no importa— contesta molesto— Pero si quieres una respuesta pues sencillamente ahora mismo el mundo sería un completo desastre.

Suelta una risa.

>>Más de lo que ya está.

No respondo. Solo me limito a pensar y a mirar minuciosamente el panorama que me brindaba la mañana de hoy y sólo con mirar todo con atención me doy cuenta que sencillamente no soy dueña de vida.

Jamás lo seré.

—Mira...— comienza a decir haciendo que lo mirara de reojo— Entiendo que todo esto es una mierda y que yo no merezco tu confianza— se detiene tomando aire y ahora que me tomo unos segundos para mirarlo con atención lo noto nervioso— Pero si quieres un consejo de una persona que ha vivido más de lo que puedes imaginar sólo te puedo decir que luches... Sé que es muy difícil pero si no lo haces te van a destruir tanto que no podrás volver a levantarte.

Su tono lastimero y serio me hace arquear un ceja. Sobre todo por que desde que lo conozco ha tratado de mantener al margen su vida personal.

—¿Te han llegado a lastimar?— pregunto viendo su rostro entre serio e incrédulo—¿Han intentado destruirte? 

—Tu no eres la única que ha perdido a alguien especial, Alyssa— espeta evitando mirarme — Estar aquí se trata de sobrevivir. Sólo gana el que es fuerte, jamás se te olvide.

Sonrío.

—Entonces ya doy por perdido mi lucha.
Me mira serio y es inevitable que un escalofrío recorriera mi espina dorsal. 

—Tu eres fuerte aunque no lo creas— dice— Tu tienes una oportunidad hay quienes jamás lo tuvieron— trago grueso y es entonces que su mano se posa encima de la mía dejándome helada— No dejes que ellos te derroten, Alyssa. Te mereces ser libre y si sigues luchando podrás conseguirlo.

Sus ojos no se separan de los míos y es dónde me doy cuenta que mi corazón late apresuradamente, que mis manos sudan y que la mitad de mi cuerpo tiembla más de lo normal. Se ha formado un momento tan íntimo que el silencio reina y sólo se puede escuchar nuestras erráticas respiraciones. Soy consciente como su rostro se acerca al mio tanto que nuestros alientos se mezclan.

Veo la determinación en sus ojos y es el momento para alejarme pero el es más rápido y posa sus labios en mi mejilla.

—Liam....