Black Angels

25.

(Imagen hecha por una fan, muchísimas gracias)

Sus palabras me hacen enfadar e intentó no perder la paciencia, pues yo me lo he buscado. Tenía que ser consiente que si le preguntaba algo así, no iba a conseguir una respuesta coherente, menos viniendo de él.

—Te dije que no siguieras con eso —protesté.

—Sí, pero me insististe. Además es la verdad.

—Claro que no es la verdad.

—No me crees porque estás buscando algo lógico y para ser realistas, nada en el mundo es lógico.

¿Para qué pregunté? Me arrepiento una y otra vez. Allen no se toma las cosas en serio. Sabía que tenían algo sospechoso entre ellos, como ya había considerado, un tipo de secta o hasta una mafia o eran un grupo muy antiguo bastante loco, pero fueran lo que fueran, no me lo iba contar. No la verdad exacta.

—Solo sé que algo raro tienen.

—Pues sí.

Lo fulminó con la mirada, realmente molesta, incapaz de dejar de lado el tema.

—¿Se tiñen el cabello y se ponen lentes de contacto? —Me acuerdo de lo que papá me dijo y trato de unir mis pensamientos—. Leyeron una historia rara y antigua, entonces ahora todos ustedes toman esas características para quien sabe qué.

—Dura de convencer, pero si de verdad no quieres la verdad, cree lo que pienses que es más lógico. Yo sí puedo decir que no hago ninguna de las cosas que mencionaste. Si quieres comprobar te dejo verificar que no uso lentes de contacto y también mi cabello, para que busques señal de alguna raíz de otro color. Está a tu preferencia.

Lo miró pensando en que podría asegurarme de lo que dice, pero inmediatamente hago una mueca y miró hacía el campo donde Alex y Chase están tendidos en el suelo.

—No pienso hacer eso.

—Entonces querida Joy, no puedes decir que me tiño el cabello o me pongo lentes de contacto, si ya te di la prueba que rechazaste.

Nos quedamos en silencio un rato, yo observo a Chase y Alex que se han levantado de nuevo, ella se quita la chaqueta de mezclilla que traía y él se sube las mangas hasta los codos. Alex lleva una camisa que muestra sus hombros y soy consciente, cuando nos da la espalda, de las líneas negras en su espalda. Es notorio que aquello, sin ser revelado por completo, es un tatuaje de alas. Como Allen, que también posee uno, solo un tanto distinto. Indago si Chase también tiene uno parecido, pero su camisa no revela mucho y anteriores prendas que ha usado tampoco han revelado algo. Tengo inmensas ganas de preguntarle sobre eso a Allen, pero insistirá con lo mismo y yo me molestaré de nuevo, así que lo evito.

Cuando lo veo de reojo, reparo que me contempla y parece que ha estado así hace mucho tiempo.
Un remoto pensamiento me pasa por la cabeza, que se vuelve un tanto ilógico a la vez. Si de verdad Allen es un tal Ángel Oscuro ¿Porque me lo diría? ¿No debería ser un secreto? Eso es lo que me afirma, de cierta manera, que lo que dice no es una verdad, no exacta.

—Soy el príncipe Eric —lo escucho decir.

—¿Ah? —me devuelvo a mirarlo confundida.

—Yo soy el príncipe Eric.

—¿Quién demonios es el príncipe Eric y que tiene que ver en esto?

—El príncipe Eric es el de la Sirenita. Pelo negro, ojos azules. ¿Entendiste Ariel?

Lo observó entre cerrando los ojos. Tienen los mismos rasgos, pero ¿Porque me ha dicho Ariel? Frunzo el ceño y me doy cuenta porque.

—No es gracioso.