Después de un trágico asesinato que vio Sakura; su vida cambió, durante un tiempo se ha mantenido en silencio por temor pero, ¿Puede cambiar? Vivir con alguien con quien jamás pensaste que vivirías, conocer nuevas cosas que jamás antes habías vivido...
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—¡¡Ahh!! ¡¡Ahh!! ¡¡Ahh!! Sácalas, ya no las resisto más. —Ino se quejó mientras sai se incorporaba y le daba un beso en a frente a lo que sacaba el vibrador de un solo jalón. —Amor ¿Recuérdame por qué lo estamos usando?
—Porque dijiste que querías experimentar con más cosas, como con las bolas y que lo pediste hace unos meses y recién te llego —Dijo acostándose a un lado de la rubia.
—Es cierto, la verdad es que estimula lo suficiente pero no es lo mismo, las bolas duelen terrible —Dijo riendo.
La vergüenza no era un punto débil en la relación de Ino y Sai, ya la sentían bastante natural, conocían muy bien los cuerpos el uno del otro y se sentían bien, la casa de sai acostumbraba a estar sola gracias a que sus padres se la pasaban mucho en su trabajo, sobre todo en verano.
—Cielo, ¿Harás el examen para la universidad de artes plásticas?
—Sí, mis padres están felices que quiera seguir sus pasos con el arte. —Habló mientras besaba el cuello de Ino
—También estoy feliz por ti, sigues tus sueños, el inútil de Deidara también es como tú con la pasión por el arte, dice que es explosiva en todos sus sentidos, también quieren que alguien administre nuestro legado así que lo haré y me especializaré también en moda, mamá sabe que lo amo. —Habló
—Estoy igual de feliz. —Sonrió, una verdadera sonrisa.
Ino lo tumbó boca arriba a la cama posicionándose encima de él mientras mordía su labio, se movió un poco encima de Sai mientras el pene erecto de su novio se frotaba con su vagina, se elevó un poco acomodando el pene en la entrada de su vagina que estaba aún húmeda por el vibrador insertándolo de golpe.
—¡¡Dios!! —Exclamó mientras bajaba más
—No metas a Dios en nuestras intimidades, no debiste hacerlo tan rápido, sigues precipitándote —Hablo poniendo sus manos en las caderas de Ino
—Me gusta el dolor. —Comenzó a moverse hacia adelante y atrás mientras Sai se sentaba con Ino aún encima moviéndose cada vez más rápido haciendo que los gemidos de ambos se mezclaran.
—Puedes hacer todo el ruido que quieras, nadie vendrá por este pasillo —Hablo mordisqueando el cuello de Ino mientras masajeaba uno de sus senos.
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Sakura se jalaba la peluca de la frustración, su cabeza dolía por ser un día tan pesado, Jiraiya había vuelto y la acompañó junto al asistente hablando de algunos temas sobre la fiesta de la empresa y quienes serían los invitados.
—Los Nara son primordial, conozco a su hijo y es bastante astuto, su padre debe ser así o hasta más si ha dirigido una empresa de videojuegos tan grande, no lo había pensado antes pero son primordial para la fiesta. —Sakura habló mientras Jiraiya la miraba con una sonrisa y Hitoshi anotaba en su tableta
