Just Friends V

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—¿Puedes ... por favor... responder ... mi pregunta?

Fue una lucha formar palabras cuando los labios de Percy bajaban por su garganta, dejando un rastro ardiente por su piel, haciéndola arquear involuntariamente el pie lentamente por la parte posterior de su pierna. El la había hecho subir a la encimera, con las manos en todas partes, diciéndole un muy completo buenos días.

—¿Cual era la pregunta?

Annabeth, con cierta fuerza de voluntad reacia, se apartó un poco para hablar con coherencia.

—¿Cómo te va con el profesor de Oceanografía?

Percy se quedó quieto por un momento, sus manos apretaron sus rodillas, y luego lentamente besó su cuello de nuevo.

—Va bien.

Su voz, pensó Annabeth, estaba contando otra historia. Ella vaciló.

—¿Se ha vuelto más fácil trabajar con él?

Hubo un par de segundos de silencio. Percy claramente no quería hablar de eso ahora.

—Sí, está mejor, está bien.

Algo parecía mal.

—¿Ha estado recopilando muestras de datos para su investigación?

Percy no respondió. Lentamente, se apartó, parándose frente a ella pero mirando en algún lugar por encima de su cabeza, pasando una mano por su cabello con una larga exhalación.
Ella extendió la mano y le pasó los dedos por la muñeca, inclinando la cabeza hacia un lado.

—¿Que pasó?

Él miró hacia abajo para mirar su mano.

—Lo deje.

—Tú... espera, ¿qué?

Una vez más, Percy no dijo nada. Retiró el brazo del de ella, rascándose la nuca. Su rostro tenía de nuevo esa mirada un poco oscura y cautelosa, mientras que momentos antes había estado relajado, feliz, tranquilo.

—Mira, no pude soportarlo. Era un gilipollas condescendiente, no me importa cuál fuera la paga, no iba a trabajar con este Romano que me trata de la mierda solo por ser griego.

—Pero, espera, ¿cuándo renunciaste?

Hubo más silencio.

—La semana pasada.

—¿La semana pasada?

—¿Podemos no darle tanta importancia a esto? Encontraré otro trabajo, no quiero escuchar sobre oportunidades perdidas.

—¿Qué? No me importa eso, ¡no puedo creer que dejaste tu trabajo la semana pasada y nunca me lo dijiste!

—No hay mucho que contar.

—Uh ...—Annabeth lo miró duramente—. Este es el tipo de cosas que le dices a tu novia. Sabes que hubiera querido saberlo, Percy. Tú lo sabes.

Percy se pasó la mano por el cabello de nuevo, por lo que estaba levantado como si acabara de levantarse de la cama. Que había sido recientemente, de todos modos.

—Annabeth ... no quiero pelear hoy.

Ella se mordió el labio.

—Yo tampoco quiero pelear —Ella siguió mirándolo.

Finalmente, Percy se acercó de nuevo, jugueteando con su mano.

—No lo sé. Supongo que sentí, por un minuto, que serías como mi mamá y no quería un sermón. Fui estúpido.

One Shots PercabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora