One Shots Percabeth

Indulged

—Annabeth —Se quejo Percy, haciendo pucheros mientras entraba por la puerta de la cabaña de Atenea—. Annabeth, duele.

Percy estuvo todo el día dando saltos por el campamento. Había estado entrenando con los nuevos campistas, había salido con Quiron a quien sabe dónde, había estado entrenando a la señora O'Leary para que hiciera algún truco, después ayudó con algunas reparaciones y luego se había pasado la tarde luchando y compitiendo con los hijos de Ares. En resumen: el no había parado en todo el día.

Annabeth entendía porque el estaba así, (además del hecho de que ambos tendrían que irse a estudiar y sabían que no volverían en algún tiempo, más que para visitar, y luego se irían a Nueva Roma.) Pero más que un arranque de "energía", Percy se mantenía en constante actividad para no pensar. Annabeth no podía culparlo, ella misma había hecho lo mismo, aunque nunca lo había llevado tan al límite.

—No me digas...—dijo con ironía.

—Te estás burlando de un soldado herido —dijo con seriedad

—No, me estoy burlando de mi novio que no usa su cerebro —Annabeth dejo los planos y lo miro, su tono cambio debido a su sonrisa—. Utilízalo uno de estos días.

—No puedo... —dijo Percy, dejándose caer boca abajo en su cama—. Estoy demasiado cansado.

—No puedes entrar aquí cuando te apetezca, ¿sabes? Mis hermanos entran y salen de aquí cada tres o cuatro segundos.

—¿Y que importa? Solo estás siendo mala conmigo. Siempre ven eso.

Annabeth echó la cabeza hacia atrás y se rio.

—Oh, claro —dijo todavía con una sonrisa—. Por supuesto que así es siempre.

Percy hizo su mejor puchero, concentrándose en hacer lo que Piper dijo que era un maestro...¿ojos de foca? ¿Ojos de delfín?

—Necesito un masaje en la espalda —Para un efecto adicional, se paso la mano por el cabello—. Y eres la mejor en eso.

—Ve a la cabaña de Apolo —respondió Annabeth—. Ellos son los medicinales. Yo solo construyo cosas.

Percy frunció el ceño.

—Eres lo peor.

—¿Porque no te daré un masaje en la espalda? —dijo, poniendo los ojos en blanco—. Por favor.

~~

Percy se fue a dormir esa noche rígido y estando consciente de que al otro día se despertaría sin poder mover el cuello. Aún cuando estaba bromeando con Annabeth, Percy sabía que se había excedido.
En momentos como esos era en los que deseaba seguir siendo invulnerable.

Gimiendo un poco, porque Tyson se había marchado y estaba solo en la cabaña, rodó en su cama hasta quedar boca a bajo.
Despertar sería un infierno, y él lo sabía , y se quedó dormido pensando en formas de suplicarle a alguien (preferiblemente a Will) para que sintetizara ambrosía y néctar para el dolor.

~
Los sueños podrían ser peores, porque estaba soñando que estaba en una playa con Annabeth, las olas rompían sobre su espalda y ella estaba hablando de planos y arquitectura con esa mirada hermosa en sus ojos. A el le encantaba cuando estaban así: Sin profecías, nadie tratando de matarlos. Ella se rio de algo que él hizo y Percy dijo su nombre en voz baja.
Y luego, de repente, la escucho reír, y fue demasiado real, demasiado presente.
Sus ojos se abrieron de golpe y ahogó un grito cuando los labios de Annabeth rozaron su oreja.

—Te tomó el tiempo suficiente —murmuro, presionando los pulgares en los músculos de su espalda baja—. Pensé que ibas a pasar toda la noche diciendo mi nombre mientras dormías.