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• Karen •

Había pasado ya algún tiempo desde que Math me dijo que llegaría esa misma tarde, no quise salir de mi habitación, me sentí tan insegura de nuevo.

Tenía que averiguar cómo y por que había logrado dar con mi ubicación exacta, me empecé a desesperar y camine en círculos por toda la mientras un ataque de ansiedad amenazaba con salir de mí y volverme loca, sabían dónde estaba y en cualquier momento a cualquier hora aprovechar para venir y matarme de una vez sin ningún cargo de conciencia, sin piedad y sin obstáculos.

¡Cálmate, no vas a morir, entrenaste duró por años para este trabajo! ¡Te sabes defender, no necesitas de nadie!

Me dije a mi misma mientras respiraba profundo, me senté en la cama y saque de nuevo el computador, entre una vez más a la página y busque más posibilidades de quién estaba detrás de esto.

Me tope con una información que no había visto antes, el asesino Thompson tenía una hija que estaba en total libertad, su nombre era Laura, busque sobre ella y me adentre en su pasado y su vida.

Encontré que ella antes trabajó para una agencia muy similar a la agencia donde yo trabajaba, su padre nunca le contradijo nada por no seguir el linaje de manos ensangrentadas llenas de culpa, algo que a todos se les hacía sumamente extraño ya que al ser tan perfeccionista y rígido no estaría de acuerdo con que su hija se uniera al enemigo, me adentre más en el tema descubriendo que al cabo de un tiempo Laura traicionó a sus compañeros entregandolos a su padre en bandeja de plata, razón por la que la agencia dejó de existir, nadie sabía que había hecho Thompson con ella.

Cerré de golpe la computadora, tome mi teléfono y le marque a Mathew, sonó un par de veces y luego la voz del correo de buzón fue la que me atendió, odiaba que no respondiera cuando lo necesario especialmente cuando se trataba de algo con suma importancia .

Conserve la calma y seguí esperando su llamada o su llegada.

Un rato después una llamada entró pero no era mi hermano, era Crystal.

—¿Bueno? —Conteste con un tono neutro.

—Karen, que bueno que estas bien, estamos tratando de averiguar dónde se metió la persona que entró en tu casa — me informó ella casi de afán.

—Creo que se fue pero no estoy segura — dije rascandome el cuello con inseguridad.

—Quédate en la línea así es más fácil encontrar a alguien que estuvo por esos terrenos — me indicó.

—Por favor si das con su paradero o ubicación no dudes en decirme — pedí casi como un ruego.

Deje el teléfono en altavoz a un lado de la cama para escuchar lo que decía crystal, aun estaba nerviosa y mi cuerpo empezaba a temblar todo, mis manos sudaban y la respiración empezó a faltarme.

Mi instinto comenzaba a avisar de que era muy probable que estuviera en peligro, no quería ignorarlo por que cuando realmente siento que estoy en peligro era por que así es, entre al baño y me lave el rostro y las manos, no podía calmarme así quisiera , era difícil vivir una vida así sin embargo con el tiempo empiezas a acostumbrarte a vivir una emociones fuertes constantemente, emociones que piensas que podrían terminar matándote si te dejas llevar.

Otra de las razones por las que tampoco se permitían las relaciones sentimentales entre el personal del operativo, claramente desearía poder decir que Liam y Crystal son la clara excepción pero lo de ellos era diferente, ambos trabajan para la misma agencia pero no en el mismo área y muy rara vez veíamos a Liam colaborar con nuestro operativo solo lo hacía cuando eran casos grandes.

•DESTINO FUGAZ• (√COMPLETA√)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora