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•Sian•

—no se preocupe, comprendo—respondi ante lo que mi jefe me decía.

—bien, cuento con usted—mi jefe se despidió y colgué la llamada.

Faltaba poco para atrapar a los responsables de querer acabar con la vida de Karen, a tan solo unas tres semanas para dar la última emboscada y terminar de una vez con la situación.

Me afectaba el hecho de que sabía con certeza que luego de atrapar a los responsables de todo esto tendría que cambiar de misión y probablemente volver a alejarme de ella, la había encontrado y no quería volver a tenerla lejos de mi.

Subí a la habitación de ella, se encontraba dormida después de no conciliar el sueño en las noches, abri la puerta y allí estaba acostada sobre la cama encima de todas las cobijas, su respiración era lenta y tranquila, entre sin hacer ruido para no despertarla, me acerque a observarla, sus labios ligeramente entre abiertos, su pecho subiendo y bajando a un ritmo suave, su cabeza apoyada sobre sus manos bajo la almohada y su postura encorvada.

Me quedé unos segundos allí sin hacer nada, sin reaccionar, solo mirando su rostro, me acerque y acaricie su mejilla con mis nudillos de la manera más delicada posible, pase las yemas de mis dedos por sus labios de manera sutil, la recorrí con la mirada hasta llegar a una pequeña cobija doblada a su lado, la tome y la estire toda, sonreí al ver que se trataba de aquella pequeña cobija que guardaba desde que no volvió a verme en ese orfanato.

La cubri desde los pies hasta el cuello con aquella tela, al acomodar la parte final no pude evitar contemplar una vez más ese rostro, el que era de una pequeña que ahora era toda una mujer capaz de despertar diferentes deseos en mi con solo verla, sus labios era lo que más me llamaba, le había dado pequeños besos antes cuando dormía para que no se diera cuenta, pero ahora no me pedían solo un besito, sentía que me pedían más que eso, me pedían simplemente una muestra de todo el amor que guarde durante años, me mordi el labio inferior aguantando las ganas de simplemente dejarme llevar de ese llamado y hacer lo que pedían.

Suspire, me tuve que conformar con un simple besito que apenas duraba un segundo, me senté al lado de la cama y pase varias veces mi mano por su cabeza y por su cintura.

Ella se removió acomodandose de otra forma a la anterior, entonces supe que debía salir antes de que abriera los ojos por que si ella despertaba y yo seguía ahí podía pensar muchas cosas al respecto y hacerme un gran interrogatorio.

Salí de la habitación y me fui a la cocina, no quería café por ahora así que busque otra cosa, encontré una botella de vino tinto traída de Italia del año 1978,conservada pero con media botella vacia, busque una Copa y me servi un buen tragó.

Después de un rato escuche ruidos en la planta de arriba así que subi, gire la perilla de la puerta de la habitación de Karen y esta se abrió sin esfuerzo alguno, no la encontré sobre la cama y la cobija estaba de nuevo pulcramente doblada en su lugar, mire hacia todo lado hasta que mi vista encontró una puerta entreabierta, me acerque para ver que era y una vez a la vista un baño con espejo tomó forma, mire el reflejo del espejo y lo que ví me dejó ahí parado sin poder moverme, se veía ella en una imagen algo prometedora, antes la había visto con toalla de manera accidental y tal vez alguna vez a propósito, pero nunca la había visto solo con las prendas que usaba bajo la ropa, supuse que se bañaria y aunque luche por irme para no seguir viendo sin autorización alguna, no podía, mi cuerpo aclamaba acercarse y quedarse a contemplar cada detalle, fue entonces cuando sentí excitación en mi cuerpo cosa que iría a mayores si no me retiraba de allí pronto, trague en seco cuando empece a sentir esa característica impotencia de adentrarme en ese baño, trague en seco y cerré los ojos controlando mis hormonas o lo que quedaba de ellas.

•DESTINO FUGAZ• (√COMPLETA√)Where stories live. Discover now