Capítulo O1.

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'Ebria todo el tiempo, ebria todo el tiempo para sacarte de mi mente'.

La música sonaba a todo volumen dentro de aquel antro nocturno, quería entrar pero no estaba segura de si hacerlo.

En mi bolsillo izquierdo tenía una credencia falsa, quizá con esa podía entrar. Camine hasta la entrada y le enseñe al guardia mi credencial, la observo unos segundos y después a mi.

—Adelante —dijo y asentí, entre y vi un montón de gente bailando, me acerque a la pista y sin duda comencé a bailar. Estaba dejándome llevar por la emoción, por la música, por el calor, por la aventura.

Había entrado con una credencial falsa, esto era totalmente un delito. Pero algo que unos cuantos euros podía arreglar.

Mientras bailaba vi a aquella persona de ojos miel claro, la obscuridad hacía que estos brillaran, llevaba unos jeans algo rasgados, zapatillas deportivas y una suéter negro con letras blancas, me acerque a él y comencé a bailar.

De simple vista él tenía unos 18 años. Lucía bastante joven.

Me tomo de la cintura y comenzó a moverse al mismo tiempo que yo, me voltee dándole la espalda y él poso sus labios en mi cuello, dejo un beso que hizo estremecerme y después hablo en mi oído.

—¿Cómo te llamas? —susurró de una manera que a cualquiera le ponía, excepto quizás a mi.

—No te diré —dije volteando mi rostro haciendo que nuestros labios se rozaran. —No hablo con extraños —dije y él soltó una carcajada.

—No somos extraños, solo somos jóvenes queriendo divertirse. —

—¿Jóvenes? —pregunté y él asintió con la cabeza. —Mi nombre es Sophia, joven.

—Mi nombre es Rubén, señorita Sophia —reí.

—Déjate de ridiculeces, Rubén. —Dije y me acerque a la barra, pedí un wiskey con agua mineral.

— ¿No crees que es peligroso que una señorita de 17 años este aquí?—dijo y abrí los ojos, se paró a mi lado y reí.

— ¿No crees que eres muy viejo para los antros?

—¿No crees que eres muy joven para los antros?

— Calla Rubén —dije volteándome y bebí un poco de mi wiskey. Él me arrebató el vaso de la mano y le dio un trago terminándose totalmente el líquido. —Bien hecho, tú lo pagas —le dije.

—No es tan caro, mira. —Llamó a la chica de la barra y ella se acerco a él, Rubén puso sus labios encima de su oído y le susurro algo, ella asintió algo roja y desapareció de ahí.

—Eres idiota —susurré entre dientes. Tenía una actitud de cretino, pero había algo en él.

—Claro que no, cariño —dijo tomándome de la cintura para cercarme más a él. Sus labios rozaban con los míos mientras acariciaba mi espalda, odiaba que me hicieran esto, simplemente no me gustaba. Hacía que me enamorara de él y yo no quería eso. Estábamos apunto de besarnos y lo aleje, empujándolo del pecho.

—Me tengo que ir. —dije de golpe.

—Pero si aun no son las doce cenicienta —sonreí agachando mi rostro. Miré a mi izquierda y estaba el guardia mirándome, después se acercaron dos hombres a él y me señalaron.

—Rubén, creo que tenemos que salir de aquí —dije tomándolo de la mano, tenía miedo a lo que podían hacerme. Él miro a la izquierda y los vio.

—¿Hay salida trasera? —le pregunto a la chica y ella asintió.

—La del estacionamiento, está en aquella puerta —señaló una puerta que quedaba derecho. Rubén me tomó fuerte de la mano y caminamos lo más rápido que pudimos hasta esa puerta, el guardia y aquellos hombres me seguían corriendo.

—Rubén corre —Dije y así hizo, abrió de una patada la puerta y corrimos por todo el estacionamiento. Subimos a un jeep negro y él lo encendió. —Dios mío —reí mientras él trataba de salir del estacionamiento, le puso seguro a las puertas y él guardia golpeo mi ventana. Pegue un grito y Rubén rió.

Arrancó a toda velocidad el auto y salió de ahí. Comenzamos a reír y él encendió la radio comenzaba a sonar música electro-pop y el jeep tenía un quema cocos, lo abrí y me asome por ahí.

NA: Un quema cocos es aquel que viene en la parte del arriba de varios autos, ese en el que te puedes asomar y que te pegue súper cool el aire, jaja sigan leyendo.

Cerré los ojos y deje que el viento pegara en mi cara y me despeinara.

Estaba en el auto de un desconocido, un desconocido peligrosamente atractivo.

My teacher | Rubius «1»Where stories live. Discover now