Capítulo O2.

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'Las reglas son mías. Nadie las cambia, este es mi juego y por lo tanto te haré perder'.

Llegamos a su departamento y me invito a entrar, lo hice y me senté en el sofá.

-Creía que los chicos vivian rodeados de ratas y calzoncillos sucios -reí y él negó sonriente.

-Vivo rodeado de gatas -dijo y comenzó a llamar a una. Aquella pequeña de color negro se acerco y se acurruco en mis pies, después vino otra más pequeña color dorado. Comencé a acariciarlas mientras Rubén me veía. -Ella es Raspy -señaló a la de color negro -y ella es Jodie. -Se acerco peligrosamente a mí y despeino mi cabello -y ella es Sophia.

-Idiota -reí. Se sentó a mi lado y apoyo su cabeza en mi hombro, esto era tan tierno que se respiraba. Me estaba poniendo nerviosa al tenerlo tan cerca... No podía con él a mi lado. -Rubén... -susurre para romper el silencio.

-¿Qué pasa? -preguntó.

-¿Qué edad tienes? -pregunté yo con algo de miedo. No quería enamorarme y que no fuera legal.

-24 -dijo y mi corazón comenzó a latir con una enorme fuerza. -¿Y tu?

-tengo, 20 si tengo 20 -sonreí nerviosa.

-Menos mal, no quiero enamorarme de alguien completamente ilegal. -soltó una risa -aparte en mi cuadro de honor sale que no tengo que salir con menores ¿te imaginas? Que vergüenza. -¡Ouch! Comencé a respirar con más fuerza.

-Rubén, me tengo que ir -dije poniéndome de pie.

-Te llevo -dijo y asentí.

Al subir a su auto todo era silencio, solo pensaba en aquellas dolorosas palabras. Mire por la ventana y aun había gente en la calle, era domingo mañana entraría de nuevo a clases.

Era una chica estudiosa, no tanto pero si estudiaba lo que debía.

-¿Qué piensas? -preguntó él y negué con la cabeza.

-En nada -en las dolorosas palabras que dijiste en tu casa. -Vas a dar vuelta aquí a la izquierda -eso hizo -y aquí está bien -a mi lado derecho estaba mi casa y a mi lado izquierdo estaba quizá el hombre de mi vida, abrí la puerta y este me detuvo.

-Yo... quiero decirte que -me acerque a él y sonreí.

-Gracias por todo, Rubén -dije y sonreí. Él se acerco rápidamente a mi y me robo un beso en los labios, sonreí mientras le besaba. Besaba tan bien que era imposible alejarse de él.

Pero al final lo hice, me separe de sus labios mientras él acariciaba mi mejilla.

-Hasta pronto -dije y baje rápido del auto, entré a casa y me quite las zapatillas, subí las escaleras hasta mi habitación y me avente a la cama. Comencé a llorar y a mojar mi almohada blanca que ahora estaba con manchas negras en ella.

-Sophia ¿Qué pasa hija? -preguntó mi madre y se sentó a mi lado.

-Me duele la cabeza -dije y le sonreí triste.

-No mientas -dijo y me senté, ella se acomodo a mi lado y apoye mi cabeza en su hombro.

-¿Está mal que me guste un chico de 24? -ella me miro riendo.

-Claro que no, si a él le gustas y a ti te gusta y están enamorados mutuamente no tiene por que está mal -dijo y sonreí, mi madre quizá era la mejor del mundo.

-Pero él me dijo que no salía con menores. -comencé a llorar más.

-Cuando esta completamente enamorado de ti, es capaz de romper su regla. -mi madre siempre tenía razón en lo que decía -mañana iras al colegio -dijo y se levanto de la cama.

My teacher | Rubius «1»Where stories live. Discover now