Capítulo O3.

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'Mirame como a otro desconocido, no somos nada más que eso... Simples desconocidos'.

-Mi nombre es Rubén -dijo por fin quitándome la mirada de encima. -voy a ser el maestro suplente de su maestra de computación. -pauso y volteo a verme -estaré aquí lo que resta de su año.

-Exactamente 3 meses -dijo Natalia, haciendo que él se acercara a nosotras un poco.

-Exacto, estaré tres meses con ustedes, espero que nos podamos llevar bien todos. -fue interrumpido por la voz de una de las otras chicas.

-Tan bien... Que podríamos ser los mejores amigos -dijo ella en un tono coqueto.

-Nada de eso -susurre y baje la mirada, él volteo a verme y aparto su mirada para seguir hablando mientras recorría las filas.

-Vamos a presentarnos todos -maldito seas Rubén, odio las presentaciones.

Rubén comenzó por filas, la primera fila se levantaba y de uno en uno decían su nombre, después la segunda y después la tercera, yo estaba en la ultima.

Paso por la cuarta fila y penúltima, Samantha se levanto y hablo.

-Mi nombre es Samantha, pero me puede decir Sam. -dijo ella acomodándose su oxigenado y rubio cabello.

-O también la post-it -dijo Natalia y las risas de todos no tardaron en hacerse presentes.

-Ja, que graciosa -dijo Samantha en un tono algo egocéntrico.

-Señorita que tanto le gusta hablar -dijo Rubén refiriéndose a Natalia, ella rió y él le fulmino con la mirada. -preséntese.

-Me llamo Natalia, y no hay nada más que decir... -dijo y se sentó. Termino la cuarta fila y empezamos con la quinta y última estaba nerviosa, nerviosa de que iba a tener contacto visual con él, hablaríamos y no como la noche anterior. Ahora él me hablaría como maestro y yo como alumna, esto era un completo lio, me daban ganas de vomitar.

-Sophia sigues tú -dijo Natalia y me levante. Le miré a los ojos color miel y él a mi.

-Tú nombre -dijo sin dejarme de ver, yo tampoco le quitaba la mirada de encima, no iba a dejar que él me intimidara... Yo era más fuerte que él, quizá en físico no pero mentalmente yo era la gobernante de todas sus acciones.

En su mirada y gestos se notaba que quería intimidarme pero no iba a dejarlo, si él creía que era débil y me alejaría de él por ser mi maestro no sería así estaba bien equivocado.

-Sophia -dije segundos después.

-Un gusto -todos nos observaban con atención, no iba a darles el show que ellos querían.

-El gusto es mío, señor Doblas -dije y me senté.

Hubo unos minutos de silencio, quizá todos trataban de procesar lo que había pasado, quizá Rubén pensaba en cómo le había mentido la noche anterior y de cómo me estaba comportando con él ahora.

Después de que todos se presentaran comenzó a dar su clase, yo solo le prestaba atención a cada uno de sus movimientos, fingía hacer apuntes en mi libreta cuando el volteaba, no se que iba a hacer 3 meses con él aquí, con él siendo mi maestro y viéndome todos los días.

***

Ya era más de medio día, estaba afuera esperando a que saliera Natalia, había ido a dirección a pagar sobre su semestre y yo había decidido esperarla en el estacionamiento.

A mi lado estaba el jeep de Rubén, tenía miedo a verlo y tener una discusión con él. Le tenía miedo, pero no era el típico miedo a un hombre, le tenía miedo a lo que me podía decir, a como me podía humillar por tener 17.

-Necesitamos hablar -dijo él enfrente de mí, le mire asustada. Tenía ganas de aventarme en sus brazos y pedirle perdón, no llevaba ni un mes de conocerle y ya le quería.

-¿Sobre qué? -pregunté seria.

-Sobre nosotros. No creo que una niña de preparatoria tenga 20 años. -se acerco a mi intentado de intimidarme.

-Mantenga su distancia, maestro -dije y él soltó una risa.

-Tienes 17 ¿Por qué mentiste? -estábamos mirándonos fijamente a los ojos.

-Por que tenía miedo -susurre.

-No te escucho, Sophia -dijo algo cabreado. No iba a darle lo que él quería si algo yo era orgullosa por nada del mundo dejaría mi orgullo. -¡Dilo Sophia! -grito golpeando la puerta de su Jeep, me sobresalte.

-¡Por que tenía miedo! -grite. -me gustaste desde que te vi, y tenía miedo a que me humillaras por tener 17, por ser menor, por haber falsificado una identificación y entrar a ese antro. -Me detuve mirándolo a los ojos, mis ojos iban a estallar en un mar de llanto -no entiendo porque le doy explicaciones maestro.

Me di la vuelta para introducir las llaves a la puerta y él me apretó del brazo dándome vuelta. Se acerco peligrosamente a mí y tomo mis manos.

Su respiración golpeaba mi cara, él soltó una de mis manos y acaricio mi clavícula izquierda.

-Aléjate, puedo ocasionarte problemas. -dije y él soltó una risa egocéntrica.

-Ya tengo demasiados con hacer esto. Más no vendrían mal -negué con la cabeza, este tío quería problemas pues esos les iba a dar.

-Natalia puede venir en cualquier momento -susurre algo agitada. -no quiero que me vea con mi maestro.

-Hagamos esto rápido -dijo y me tomo de las mejillas comenzó a besarme tan despacio y bonito, deseaba más que nada sus labios, sus rosas y carnosos labios.

Era un deseo lleno de pecado y peligro, pero no podía controlarme... Él me encantaba en la manera que quería, era controlador, era fuerte y decidido.

Este hombre me volvía loca.

Si están leyendo háganme el favor de reportarse en los capitulos con un voto. (:

My teacher | Rubius «1»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora