Xie Lian papel estelar

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Después de reflexionar por unas horas, Feng Xin aún no podía decidir que hacer para sorprender a Mu Qing. Sobretodo porque sus consideraciones eran constantemente interrumpidas por la imagen de Mu Qing en su regazo o por la imagen de su radiante sonrisa.

Su corazón latía velozmente desde que se alejó del templo del dios de la belleza. Sentía una emoción y un nerviosismo inexplicables y una parte de él ya trabajaba en aceptar la idea de que tenía sentimientos por Mu Qing.

No estaría tan mal aceptarlos si tenía al menos una pequeña oportunidad ¿No? 

Feng Xin debía admitir que estaba preocupado, se sentía como un idiota terriblemente iluso por estar caminando con pies ligeros solo porque Mu Qing había aceptado salir con él. Tal vez una salida así no significaba la gran cosa para Mu Qing, o tal vez Mu Qing solo estaba aburrido. Pero incluso si Feng Xin intentaba convencerse de estas cosas no tenía éxito en ello y su cerebro solo continuaba creando escenarios dónde Mu Qing correspondía sus patéticos sentimientos.

Estaba tan asustado como emocionado y no podía recordar si alguna vez se había sentido así antes.

¡Él tal vez tenía una oportunidad con Mu Qing!

Y definitivamente debía aprovecharla.

Con esto en mente Feng Xin se dirigió al templo de Pei Ming. El dios de la promiscuidad seguro tenía algo de creatividad para las salidas en pareja ¿No? 

Por otro lado, Mu Qing estaba teniendo su crisis del día después de imaginar todo lo que podía pasar, sentía que incluso podría llorar. Él tenía que demostrarle a Feng Xin que podía sentirse atraído a él por algo más que su cara bonita, pero ¿Cómo podría lograr eso?

Cansado de no llegar a una respuesta convincente por sí mismo Mu Qing decidió visitar a la única deidad a la que le podría confiar algo como esto: Xie Lian.

Una vez que llegó al templo del dios de las flores tocó la puerta y esperó por éste.

— ¿Oh? ¡Mu Qing, tenías mucho sin venir! — comentó Xie Lian cuando abrió la puerta y permitió que el otro dios ingresara al templo.

Mu Qing mumuró un distraído "sí, lo siento" y Xie Lian supo que algo estaba molestando a su amigo.

Después de ponerse cómodos junto a una hermosa mesa cubierta por diferentes tipos de plantas, todas con maravillosos olores, Mu Qing comenzó su relato lleno de tartamudeos y sonrojos. Hablar de este tipo de cosas era algo completamente nuevo para él pero debía intentar obtener algún consejo de su mejor amigo, quien además tenía más experiencia en esto que él gracias a su relación con el dios del Inframundo (al cual Mu Qing aún no aprobaba).

Mientras escuchaba, la mente de Xie Lian estaba explotando en diferentes colores, una nueva realidad presentándose ante él, una en la cual sus dos amigos estaban siendo unos completos tontos cegados por sus propias concepciones de la otra persona.

— Entonces, ¿Te gusta Feng Xin? — preguntó Xie Lian sintiendo curiosidad por la forma en la cual Mu Qing evitaba hablar de sus razones detrás del discurso de "debo mostrarle que soy lindo y genial".

Mu Qing se quedó en completo silencio por un momento y palideció.

— ¡P-POR SUPUESTO QUE N-NO! — gritó cuando salió de su shock inicial. — ¡Yo solo... Solo hago esto porque...!

Entonces Mu Qing comenzó a balbucear incoherencias y Xie Lian tuvo que poner todo su esfuerzo en contener la risa que amenazaba con escapar de su boca.

¡Mu Qing realmente no tenía ninguna idea de cómo era sentirse atraído por alguien!

Xie Lian encontraba esto hilarante y adorable al mismo tiempo. El inalcanzable dios de la belleza estaba balbuceando sobre extraños dolores en el corazón o en el estómago en lugar de decir que se sentía rechazado por la persona de la que estaba enamorado.

¡Él de verdad estaba hablando de esto como si tuviese una enfermedad!

— ¿Estás seguro de que no te gusta ni un poco? — preguntó Xie Lian, a lo que Mu Qing asintió obstinado. — Entonces, si Feng Xin comenzara una relación amorosa con otro dios o mortal ¿Estarías bien con eso?

Mu Qing intentó imaginarlo y esa estúpida punzada en su corazón regresó, pero esta vez con la fuerza de una espada.

Lo peor fue que este nivel de incomodidad le hizo recordar otra ocasión en la cual se había sentido así también. Para su pesar, esta situación también tenía de protagonista a Feng Xin. 

Hace algunas décadas Feng Xin y él habían descendido al reino mortal al mismo tiempo y al mismo lugar por coincidencia. En sus respectivos disfraces de Nan Feng y Fu Yao ambos pasaron el día en una abarrotada ciudad ayudando a diferentes creyentes que les habían rezado.

Cuando Fu Yao terminó su trabajo quiso reunirse con Nan Feng para regresar juntos, solo por cortesía, pero lo encontró rodeado de un grupo de hermosas mujeres, una de ellas firmemente agarrada a su brazo esforzándose para atraer la atención de Nan Feng.

En esa ocasión la sangre de Fu Yao hirvió, se sentía terriblemente enfadado y su pecho dolía como si hubiese sido herido en batalla.

Se dió la vuelta, regresó al Olimpo y decidió evitar a Feng Xin todo lo que pudiese por la siguiente década.

Por supuesto, en aquel tiempo, Mu Qing se había convencido a sí mismo de que solo le había molestado el comportamiento indecente de Feng Xin, incluso si Feng Xin en realidad ni siquiera parecía prestar atención a las mortales que le rodeaban.

Esos fueron los 10 años con más reconstrucciones en el Olimpo producto de las peleas entre los dos dioses.

Xie Lian quiso reír al ver la cantidad de expresiones de desagrado que tenía para mostrar el dios de la belleza.

— ¿Entonces...? — tanteó Xie Lian.

La expresión de Mu Qing estaba totalmente oscurecida.

— Ese imbécil puede hacer lo que quiera.

— Mu Qing... — insistió Xie Lian.

El otro dios parecía estar a punto de convertirse en el dios del llanto.

— ¡ESTÁ BIEN! ¡ME MOLESTARÍA! ¡¿POR QUÉ ÉL TENDRÍA QUE MIRAR A OTROS DE FORMA ROMÁNTICA?! ¡NO QUIERO QUE LO HAGA! — explotó Mu Qing sintiéndose extrañamente aliviado después de gritar estas cosas.

Xie Lian le dedicó una sonrisa terriblemente fraternal y Mu Qing notó lo que estaba insinuando.

Era cierto, Xie Lian lo había arrastrado hacia la realización. Después de haber dicho cosas como estas ¿Cómo podría seguir negándose que tal vez se sentía diferente respecto a Feng Xin en comparación con otros dioses?

Pero esto solo lo dejaba en un lugar más patético.

¿Él podría ser merecedor de que Feng Xin correspondiera sus sentimientos?

•°Pretty boys god°• fengqingWhere stories live. Discover now