⚠️ Charlotte Katakuri ⚠️

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Pedido hecho por Pangheea.

Whole Cake

Su pecho subía y bajaba al compás de su agitada respiración, sus labios estaban entreabiertos y su garganta un poco seca. Su cuerpo estaba algo tenso e incómodo, estaba acostada en la cama, sin ignorar el hecho de que se encontraba esposada, sus piernas abiertas dejando que un ligero escalofrio recorriese el interior de sus muslos.

La joven movió un poco sus tobillos sintiendo la frialdad de los grilletes rozar su piel. Se humedeció los labios mientras se movía un poco más en busca de liberarse, a pesar de que sabía que aunque pudiese no lo haría.

Le gustaba recibir castigos que en realidad para ella eran premios.

Arqueó un poco la espalda, sintiendo la suave sábana contra sus glúteos. Empezaba a sentirse algo ansiosa, a moverse algo más impaciente. Tenía una venda en sus ojos lo cual no le dejaba ver nada y todo a su alrededor se encontraba en completo silencio así que no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba sucediendo.

Aunque si tenía una pequeña idea de lo que iba a pasar en ese momento.

Su cuerpo se quedó quieto al escuchar unos pasos venir hacía ella. Inconscientemente se puso algo tensa al no estar segura de quien era ya que le vería desnuda, pero tenía una diminuta esperanza de que fuera él quien se encargase de darle el castigo que se merece.

Todo se volvió demasiado silencioso, ya no escuchaba pasos o la respiración de aquella persona. ¿Se había ido? ¿Acaso era alguien más? La chica comenzó a tratar de moverse para zafarse de las cadenas pero fué en vano.

--Tranquilizate.

Cada centímetro de su piel se relajó al escuchar esa ronca y grave voz, era claro que era él. Su corazón empezó a latir rápidamente algo emocionado, sin omitir el pequeño detalle de que ella se encontraba excitada con tan solo escuchar su voz.

La de cabellos (c/c) se encargó de mover sus caderas de manera seductora para provocar al mayor que veia su cuerpo sin pudor alguno.

Estaba totalmente expuesta frente a él, a su merced, solo ellos dos.

Katakuri observó los senos de la joven, su tamaño era perfecto al igual que su forma, tenía ganas de apretarlos hasta dejar marcas y lamerlos como si se tratase de un postre. Siguió recorriendo con su mirada, su torso, sus caderas, sus muslos y piernas. Su intimidad desnuda justo frente a él.

Esa vista que tenía del clitoris de la chica provocaba una leve erección en él, podía ver su entrada y lo único que venía a su mente eran sus ganas de follarla toda la noche.

--K-Katakuri-sama... déjeme verle, por favor...-- Pidió ella, con aquel tono suplicante que tanto le encantaba al varón de cabellos granate. (T/N) se moría por verle a los ojos, por ver su intimidante mirada y derretirse en sus manos, pero sabía que eso no sería fácil.

Katakuri se acercó más a ella quien volvió a sentir una escalofrio en todo su cuerpo, sobre todo en sus piernas, muy cerca de su intimidad, y se volvía a poner un poco tensa al escuchar la pesada respiración del mayor.

La peli-(c/c) sintió cómo él acariciaba su mejilla con uno de sus dedos, estaba siendo un poco cariñoso lo cual era algo extraño, pero decidió disfrutar de su caricia, su cálida mano bajaba por su cuello donde apretó no tan delicadamente.

La joven tuvo un pequeño problema para respirar de manera regular y abrió un poco su boca, tratando de atrapar algo de oxígeno.

--¿Quién te dio permiso para dirigirme la palabra y darme órdenes?-- Preguntó el de cabellos granate, apretando más fuerte su agarre, la espalda de la fémina se arqueó un poco y dejó salir un débil gemido de sus labios, le estaba gustando que la tratase de aquella manera. Katakuri notó eso y no pudo evitar emocionarse un poco. --Te había dicho hace unos días que no hicieras enojar a Mama y ahora estoy nuevamente aquí a punto de castigarte porque eres idiota.

One Piece x Lectora 2.0 (One-shots) Where stories live. Discover now