❹ ( ⓵ ) 𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄〡❝─Ellos no ven que ese lugar al que llaman cielo, es el mismo infierno...❞
❝─Solo quien está en peligro necesita ser salvado, y no hay peligro alguno aquí.❞
#𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄 ꗃ ʙᴀɴɢ ᴄʜᴀɴ ᵎ
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— Bien, la clase de hoy... A ver que tenemos que hacer en esta sesión. — La Señora Kwon abrió su libreta mientras leía los apuntes que había hecho la semana anterior para adelantar trabajo. Seina estaba sentada en una silla justo frente al altar. Allí era donde tomaba las charlas de hora de aquella mujer, donde se le impartían sus valores y deberes como Reine, normalmente, solo ellas dos asistían a esos cursos, cuando nadie podía entrar a la parroquia y menos a la sala principal de esta misma, que era la que utilizaban.
La chica miraba sus pie, se cruzó de piernas y esperó a que encontrara el tema filosófico-religioso del que le hablaría en esa sesión y que ella no compartía en ningún aspecto. Miró aquella figura de madera que supuestamente representaba a su dios. No dudó en dedicarle una expresión de asco, cosa que duró a penas unos segundos, porque tan pronto puso su cara, la mujer encontró lo que buscaba.
— Aquí está. Hoy tengo que hablarte de la ceremonia de coronación. Para nombrarte nuestra Reine y puedas empezar con la selección de aquellos que vayan al paraíso el día del final.— Se escuchaba feliz, pero Seina no dudó en mirarla por cinco segundos.
— ¿Qué? ¿Cómo que ceremonia? ¿No era yo la Reine? — Preguntó mientras se señalaba. La mujer rio y negó con soltura para sentarse en las escaleras y quedar frente a Sei, como en cada clase.
— No, no... Antes de ser la Reine, necesitas una preparación, por eso estás aquí. Te tengo que inculcar unos valores, tengo que enseñarte tus tareas y que sientas a Heiland, tengo que hacer que vuestra conexión sea la más fuerte de todas. Por eso llevas ese anillo. — La señora Kwon tomó su mano y acarició la sortija con su dedo pulgar. — Para representar tu compromiso con Heiland. Para marcar tu necesaria castidad... Tu pureza. Te recuerdo que no hay ser más puro que la Reine en este mundo. — Seina la miró asustada mientras retiraba su mano. Pudo deducir lo de la castidad cuando le dieron el anillo, pero aquello del compromiso no se lo habían dicho.
