𝐍𝐨𝐰 𝐈'𝐦 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐭𝐲

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Fifth Act
┊℘ The myth ²

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Se aprovechó de aquella voz que resonaba en su cabeza para mantenerse despierta toda la noche

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Se aprovechó de aquella voz que resonaba en su cabeza para mantenerse despierta toda la noche. De otra forma no hubiera podido hacer lo que Chris le había pedido. Colarse a la luz del día en el despacho del Padre era como matar a alguien en mitad de la calle más concurrida de una ciudad. La pillarían sí o sí. Así que solo le quedaba escabullirse a la hora nocturna, y aún así no se salvaba de nada, pues las figuras de autoridad más relevantes podían saltarse el toque de queda tanto como ellos desearan.

Seina hizo contacto con el suelo, por lo que se estremeció un poco ante el tacto gélido de las tablas de madera oscura. Se dirigió a la ventana y tomó la llave del cajón de su mesita de noche, aquella que colgaba de un barrote gracias a un hilo rojo firmemente atado. 

Abrió su cajón y revisó con detenimiento lo que estaba guardado, el mapa que se hizo por si volvía a escapar, había  un colgante de oro cuyo dije era una pequeña foto de su familia, llevaba sin usarlo desde que sus padres la obligaron a quedarse en aquel lugar, nunca lo volvió a utilizar. Un mechero antiguo de su madre, quien solía fumar, pero lo dejó al entrar en la iglesia, también tenía un pequeño cuaderno lleno de notas, pero tenía un candado y la llave había desaparecido, así que no podía abrirlo.

Tras rebuscar entre unas cuantas hojas, limas y cuerdas, encontró lo que buscaba. Una pequeña linterna, más que una linterna era como un llavero, con forma de linterna, del cual podía emitir una tenue luz, pero la suficiente para revisar lo que habría en el despacho sin llamar la atención de nadie desde fuera.

Cerró el cajón y colgó la llave de nuevo del barrote de la ventana. Respiró profundo y sujetó con fuerza el llavero contra su pecho. Nunca se había lanzado a investigar aquel lugar pensó en escapar de aquel sitio, pero desde que el Padre empezó a utilizarla y a decir que era su salvadora, no pudo evitar sentir cada vez más despreció, y si Chan quería desmantelar Himmel, ella no era nadie para llevarle la contraría. 

Solo que en su cabeza, aquella forma era demasiado pacífica y lenta. Si hubiera tenido antes la idea de destruir aquel lugar, probablemente, en esos momentos... La iglesia estaría en llamas y ella observando el espectáculo desde una de las colinas que estaban a los lados del recinto. 

𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄〡Bang ChanWhere stories live. Discover now