𝐒𝐡𝐞𝐞𝐩 𝐜𝐨𝐮𝐧𝐭 𝐩𝐞𝐨𝐩𝐥𝐞 𝐭𝐨 𝐬𝐥𝐞𝐞𝐩

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Tenth act
┊℘ Leave the dream

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Juntó sus manos con nerviosismo, sentada frente a la cama

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Juntó sus manos con nerviosismo, sentada frente a la cama. Aquel día no había llamado a Jisung, porque sabía que estaría horas hablando con él, y más si ya había regresado a la ciudad y sabía sobre el plan de Taeil, del que Seina aún desconocía la mayor parte. Solo sabía que ahora no tenía nada de que temer, solo tenía que ayudarlo desde dentro, ayudarlo a sacarla de allí y a detener aquella masacre que parecía llegar hasta el final. 

No sabía si Minho la había tomado en serio, pero si iba allí, ya era demasiado tarde. Había decidido confiar en él y depositar allí sus rayos de esperanza. Esperaba que él, quien estaba en contra de lo que pasaba allí y parecía desagradar de la misma fe que ella, acogiera su esperanza con unas manos cálidas y pusiera de su parte, sin dejarse corromper, no como Christopher.

Ah, aquel chico. Él también merecía ser ayudado, porque después de todo lo que habían hecho por ella, Changbin y Jisung, ambos se merecía recuperar a su antiguo amigo. El que existió antes de la cárcel, los engaños y las mentiras de su anterior novia. Los tres chicos se merecían el mismo final feliz que ella, así que Seina lo tenía claro. No podía dejar a Christopher pudrirse ahí dentro o arruinar de nuevo su vida, ahora que había conseguido recuperarla, y aunque Minho parecía no confiar mucho en el hermano Bang, Seina pensaba que podía convencerle al contarle su historia. Por muy mal que estuviera hablar de la vida de los demás sin permiso.

Mordió sin querer su dedo pulgar y soltó un pequeño grito al escuchar unos pasos detrás de la imponente puerta cerrada. Esperó a ver si llamaban, si lo hacían tres veces y decía el nombre correcto, ella abriría sin pensarlo dos veces, así que esperó.

Dieron tres golpes certeros, pero suaves, para no llamar la atención de sus vecinos, en la puerta. — Soy Minho, mi querida Reine. — Se escuchó con malicia desde el otro lado. — ¿Me dejas entrar?

La chica se acercó a la puerta y abrió los seguros para después mirar a ambas direcciones del pasillo y tirar de la camisa de su invitado para obligarlo a entrar. Tan pronto como estuvieron dentro, cerró la puerta, con seguros incluidos, para que así ella no entrara, puesto que por las noches estaba deseando entrar a su habitación. 

𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄〡Bang ChanWhere stories live. Discover now