𝐇𝐞𝐥𝐩, 𝐈 𝐰𝐚𝐧𝐭 𝐭𝐨 𝐛𝐞 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐠𝐢𝐫𝐥

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Fourth Act
┊℘ Icarus and the sun ²

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— Paquete para el señor Bang Chan

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— Paquete para el señor Bang Chan. — Dijo el repartidor al otro lado de la puerta del apartamento 210. Chris se puso las zapatillas y corrió a abrir la puerta. Vio al hombre con un casco de moto y una caja de cartón de pequeño tamaño en sus manos.

— Sí, soy yo. — Habló con una sonrisa mientras tomaba la caja. La dejó encima del armarito en el que guardaba sus zapatos y el repartidor le dio un portafolio.

— Por favor, firme aquí para confirmar la llegada del pedido. — Pidió mientras señalaba el hueco en el que debía de dejar su firma.

— Claro, por supuesto. — Christopher hizo el garabato que tenía por firma y le devolvió el portafolio al hombre. — Muchas gracias. — Hizo una pequeña inclinación para mostrarse educado. El repartidor le devolvió el gesto.

— A usted. Tome, una copia de la factura del dispositivo. Si tiene algún problema, recuerde que tiene dos años de garantía. — Dicho eso el chico empezó a afirmar con la cabeza para despedirlo. Cerró la puerta y miró la factura. Apretó el papel y suspiró con amargura. "Mis ahorros..." Pensó en su lamento mientras tomaba la cajita de cartón con su mano libre.

Se sentó en su sofá y abrió la caja de cartón para descubrir el embalaje de un teléfono móvil de tamaño reducido, pero de una increíble memoria y calidad. Sacó la tapa y miró el aparato, cabía bien en la palma de su mano y lo más importante, podía esconderlo fácilmente en cualquier parte de su cuerpo, dentro de alguna prenda o de algún objeto.

Trasladó su número y sus datos al nuevo aparato y dejó su teléfono actual como tapadera. Si pensaba meterse en aquel lugar después de todo, no podía arriesgarse a quedarse incomunicado con el mundo exterior. Los cultos solían sentir un rechazo por la tecnología, y si además de ser un culto, también estaba llevado por estafadores, con más razón rechazarían los dispositivos móviles que pudieran ayudar a los creyentes a despertar o a contactar con ayuda en el caso de querer hacerlo. Como era el caso de Sei.

𝐑𝐄𝐈𝐍𝐄〡Bang ChanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora